El ciclón Biparjoy, categorizado como una "tormenta ciclónica muy severa", tocó tierra en India y Pakistán este jueves. Se pronostica que Biparjoy, cuya traducción al bengalí significa "desastre", tendrá un impacto devastador en los hogares y los cultivos de la región y ocasionará un daño considerable en la economía de ambas naciones.
En los días previos a la llegada del ciclón a tierra, se registraron fuertes vientos y lluvias intensas en partes del noroeste de la India y el sur de Pakistán, lo cual ha resultado en al menos siete muertes confirmadas. Entre las víctimas se encuentran dos niños aplastados por un muro derrumbado, cuatro niños que se ahogaron en la costa de Bombay y una mujer golpeada por un árbol caído, según informes de AFP.
El ciclón tocó tierra este jueves por la tarde. Se pronostica que causará aún más estragos en un tramo de 325 kilómetros, desde el estado indio de Gujarat hasta Karachi en Pakistán. La agencia de gestión de desastres de Pakistán ha emitido una advertencia sobre la posibilidad de oleajes ciclónicos de hasta 3-4 metros. Además, Alok Pandey, el funcionario encargado de las operaciones de socorro en Gujarat, ha informado que se espera que la velocidad del viento alcance niveles "muy peligrosos" de alrededor de 110-125 km/h.
Más de 170.000 personas y 200.000 animales han sido evacuados hasta ahora para prevenir accidentes. Los gobiernos de India y Pakistán están tomando medidas adicionales, como enviar mensajes de WhatsApp y hacer llamadas telefónicas para notificar a los residentes, transformar los auditorios dentro de las escuelas y otros edificios gubernamentales en campamentos de socorro y enviar equipos médicos a los refugios. Además, la Guardia Costera de India ha desplegado barcos, aviones y equipos de rescate.
A pesar de los esfuerzos realizados, varios meteorólogos han expresado preocupación por el impacto del ciclón. Ambos países ya están experimentando los efectos de la tormenta. En Gujarat, se han registrado daños en postes de energía y comunicación, interrupciones en vías férreas y carreteras, y el colapso de numerosas casas con techos de paja en la costa. Muchos temen regresar a sus hogares y encontrar pérdidas devastadoras.
La disrupción en la infraestructura ha tenido un impacto negativo en la actividad empresarial, especialmente en el ámbito de importación y exportación y con los trabajadores diarios, como los pescadores y los empleados portuarios.
Como resultado de esto, varios economistas han alertado sobre el riesgo de agravar la alta tasa de pobreza en la región y las considerables pérdidas económicas. Además, a los meteorólogos les preocupa mucho el creciente nivel de vulnerabilidad de la región ante el cambio climático y el aumento de las temperaturas. Según ellos, los ciclones son ahora un fenómeno recurrente y devastador en el Océano Índico, lo que aumenta la probabilidad de que eventos similares se repitan en el futuro.