Corea del Norte ha acusado a Estados Unidos y Corea del Sur de escalar las tensiones hasta el borde de la guerra nuclear a través de sus ejercicios militares conjuntos y prometió responder con una "acción ofensiva".
El medio KCNA publicó un comentario de Choe Ju Hyon, una analista de seguridad internacional norcoreana, que cataloga los ejercicios como "un desencadenante para llevar la situación en la península de Corea al punto de explosión". Según su artículo "la temeraria histeria de confrontación militar de Estados Unidos y sus seguidores contra la 'República Popular Democrática de Corea' está llevando la situación en la península coreana a una catástrofe irreversible... al borde de una guerra nuclear".
Las fuerzas de Estados Unidos y Corea del Sur han estado realizando una serie de ejercicios anuales de primavera desde marzo, incluidos ejercicios aéreos y marítimos con un portaaviones estadounidense y bombarderos B-1B y B-52, y sus primeros ejercicios de aterrizaje anfibio a gran escala en cinco años.
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Ju Hyon destaca la utilización del portaaviones con el objetivo de avivar la confrontación y dijo que Pyongyang responderá a los simulacros ejerciendo su disuasión de guerra a través de una "acción ofensiva". La analista agrega que "los simulacros han convertido a la península de Corea en un enorme polvorín que puede detonarse en cualquier momento". Corea del Norte ha reaccionado con furia a los ejercicios, llamándolos un ensayo para la invasión.
El ejército de Kim Jong-un ha aumentado su actividad militar en las últimas semanas: ha revelando nuevas ojivas nucleares más pequeñas, ha disparando un misil balístico intercontinental capaz de impactar en cualquier lugar de los Estados Unidos y ha probando lo que llamó un 'dron de ataque submarino con capacidad nuclear'.
El enviado nuclear de Corea del Sur sostuvo conversaciones con sus homólogos estadounidenses y japoneses y condenó esas pruebas, diciendo que el Norte pagará el precio de sus provocaciones, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Seúl. Los enviados acordaron intensificar los esfuerzos para detener las actividades cibernéticas ilegales del Norte, incluido el robo de monedas virtuales y la piratería, agregó.
El enviado nuclear de Japón también "condenó enérgicamente" la "frecuencia y manera sin precedentes" de los lanzamientos de misiles balísticos de Corea del Norte como una amenaza grave e inminente para la seguridad regional, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.
En un despacho separado de KCNA, Han Tae Song, representante permanente en la misión diplomática de Corea del Norte en Ginebra, denunció enérgicamente una resolución anual adoptada esta semana por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación de los derechos del país.
Pyongyang ha rechazado durante mucho tiempo las críticas internacionales a sus derechos humanos como un complot liderado por Estados Unidos para derrocar su régimen. Han calificó la resolución de "acto intolerable de provocación política y hostilidad" y "el documento de fraude más fuertemente politizado".
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha pedido que se genere conciencia sobre los abusos de derechos de Pyongyang. En su primer informe público sobre la situación la semana pasada, el Ministerio de Unificación de Seúl dijo que Corea del Norte ejecuta a sus ciudadanos por drogas, compartiendo los medios de comunicación y las actividades religiosas de Corea del Sur.
Los surcoreanos, a favor de armas atómicas
Según según un reciente sondeo publicado por el Instituto Asan de Estudios Políticos, el 64,3% de los ciudadanos surcoreanos apoyan la necesidad de que el país desarrolle un arsenal nuclear para hacer frente a los avances armamentísticos de Corea del Norte. A su vez, el 33,3 % se mostró en contra de tal medida en la encuesta, realizada entre 1.000 adultos.
Los resultados del estudio están en línea con lo publicado por otros recientes que muestran que en torno al 65 % de los consultados les parece buena idea que Seúl tenga sus propias armas atómicas para disuadir a Pionyang de que utilice las suyas.
Al ser preguntados sobre la posibilidad de que Corea del Sur fuera objeto de sanciones internacionales por desarrollar este tipo de armamento, fueron menos, el 54,7 %, los que apoyaron la idea de seguir adelante con el plan, mientras que el 42,3 % dijo estar en contra.
A su vez, el 61,1 % de los que respondieron apoyaron la idea (el 36,2 % dijo no estar a favor) de que Estados Unidos, con quien Corea del Sur tiene una alianza militar y mantiene en el país asiático 28.500 soldados, despliegue armas tácticas nucleares ante los continuos avances de los que hace gala el régimen de Kim Jong-un.
El sondeo se realizó a principios del pasado noviembre, lo que hace pensar que los apoyos para que Seúl tenga su propio arsenal nuclear puedan ser ahora mismo mayores.