Miles de manifestantes se han concentrado en las cercanías de la sede del Gobierno de Jordania desde el pasado miércoles. La presión de los ciudadanos hizo que el primer ministro Hani al Mulki dimita, pero esto no ha apaciguado los ánimos en las calles. Los manifestantes han pedido la formación de un gobierno de salvación nacional.
Los ciudadanos protestan contra la reforma tributaria, que pretende aumentar el número de contribuyentes en un 6 %, rebajando el umbral de ingresos exigido para pagar el impuesto sobre la renta, en el marco de las medidas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir el déficit estatal.
El rey Abdalá II de Jordania ha expresado su “orgullo” y “honor” por la forma “civilizada” en la que los jóvenes han protestado en las calles “lo cual refleja su deseo de tener un futuro mejor”. En declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias, Petra, el monarca aseguró que “los ciudadanos tienen derecho a protestar”, reiterando su apoyo a las manifestaciones.
El FMI aprobó en 2016 una línea de crédito de 723 millones de dólares a tres años. A cambio, el reino se comprometió a llevar a cabo reformas estructurales para reducir su deuda pública hasta el 77% del PIB para 2021. Para cumplir con lo exigido por el Fondo el gobierno impuso medidas de austeridad y el proyecto gubernamental de un alza de impuestos para hogares y empresas. Además, desde enero, el reino ha aprobado aumentos de precios a los productos básicos como el pan; el costo de los combustibles aumentó cinco veces y las facturas de electricidad subieron un 55%.
El Consejo de Sindicatos, que ha liderado las protestas, aseguró que seguirá adelante con la huelga convocada para mañana miércoles ante la negativa de los gobernantes a cambiar su postura ante una ley que afecta a los bolsillos de los ciudadanos vulnerables.
El rey ha pedido este martes al primer ministro designado Omar al Razaz que revise completamente el proyecto de ley sobre el impuesto sobre la renta que ha provocado las manifestaciones en el país.