El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este domingo un mitin que se saltó la normativa local contra la Covid-19 en Nevada, un estado considerado clave en las elecciones presidenciales de noviembre, y pidió a los asistentes que exijan la reapertura al gobernador.
El mandatario concentró a miles de personas en unas instalaciones cerradas de la compañía Xtreme Manufacturing en Henderson, cerca de Las Vegas, lo que supone una violación de la normativa tanto local como estatal que prohíbe las concentraciones de más de 50 personas.
El anuncio de que este acto de campaña electoral iba a tener lugar llevó al gobernador de Nevada, el demócrata Steve Sisolak, a tildarlo de "vergonzoso, peligroso e irresponsable", ante lo que Trump le respondió durante el mitin: "¡Decidle a vuestro gobernador que abra el estado!", espetó a los asistentes.
"Si el gobernador viene a por vosotros, algo que no debería hacer, debéis saber que yo estaré con vosotros", se dirigió también a los presentes el mandatario.
La petición de Trump de "abrir" Nevada se da en un estado que ya tiene una de las políticas más relajadas de Estados Unidos con respecto a la Covid-19, y donde está permitido, por ejemplo, que operen los casinos, los cines, los restaurantes y los gimnasios, eso sí, con restricciones en el aforo.
Un estado clave
El de este domingo fue el primer acto masivo del republicano en un recinto cerrado desde la experiencia de junio en Tulsa (Oklahoma), cuando un mitin que venía rodeado de polémica y que había sido anunciado como su retorno a la campaña electoral terminó atrayendo a mucha menos gente de la esperada. Desde entonces, todos los eventos de Trump habían sido al aire libre.
El presidente se encuentra estos días en el oeste de Estados Unidos para tratar de recabar más apoyos en Nevada y Arizona, dos estados considerados claves para la elección y en los que se encuentra por detrás de su rival demócrata, Joe Biden.
El lunes, el mandatario también acudirá a la vecina California para informarse in situ de la evolución de las decenas de grandes fuegos que permanecen activos en el oeste estadounidense, que ya se han cobrado más de una treintena de vidas desde agosto.