El secretario de estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, se desmarca de la ambigüedad del presidente norteamericano a la hora de condenar la violencia racista de Charlottesville, en donde una mujer murió atropellada por un supremacista blanco. "Habla por sí mismo", ha expresado el funcionario público en una entrevista en Fox News Sunday este domingo.
"Nosotros representamos a los estadounidenses desde la Secretaría de Estado, a nuestros valores, nuestro compromiso con la libertad, nuestro compromiso con la igualdad en el trato de las personas en todo el mundo y ese mensaje nunca ha cambiado", ha subrayado Tillerson. "No creo que nadie ponga en duda los valores del pueblo estadounidense o el compromiso del gobierno o de las agencias gubernamentales para promover y defender esos valores", ha dicho.
Hace dos semanas, Donald Trump dijo sobre los sucesos que "en un grupo había gente malévola y en otro había gente violenta", por lo que "en ambos bandos hay personas malvadas". El mandatario, además, recalcó que en la manifestación de extrema derecha que protestaba contra la intención del ayuntamiento de retirar la estatua del general Lee, también había "buenas personas".
Sus declaraciones recibieron numerosas críticas por ser consideradas vacuas y superficiales, además de no condenar abiertamente a los grupos extremistas encargados de los altercados. Por este motivo, la Casa Blanca se vio obligada a especificar en un comunicado que la declaración de Trump contra "la violencia, la intolerancia y el odio" incluía a "los supremacistas blancos, al KKK, a los neo-nazis y todos los grupos extremistas".
Críticas desde todos los frentes
El presidente del Consejo Nacional Económico, Gary Cohn, ha sido otro alto cargo del Gobierno de Trump que ha criticado explícitamente la respuesta del presidente a la crisis de Charlottesville: "Esta Administración debe hacer más para condenar a estos grupos". Se debe "hacer todo lo posible por restañar las profundas divisiones que existen en nuestras comunidades", ha declarado en una entrevista para el Financial Times la semana anterior.
La respuesta del presidente a la violencia racial también ha suscitado el reproche del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, que ha condenado el "fracaso al más alto nivel político" para "rechazar y condenar inequívocamente" a los grupos extremistas, según The Washington Post.
El ex vicepresidente durante la Administración Obama, Joe Biden, no ha querido ser menos y también ha expresado su desaprobación a través de un artículo publicado en The Atlantic este fin de semana. "Tenemos un presidente que ha proclamado públicamente una equivalencia moral entre neonazis y aquellos que se oponen a su veneno y su odio, envalentonando a los supremacistas blancos con mensajes de consuelo y apoyo", ha escrito.
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