"No hubo un 'segundo encuentro' entre Trump y Putin, solo una breve conversación al final de una cena. La insinuación de que la Casa Blanca trató de 'esconder' un segundo encuentro es falsa, maliciosa y absurda". Es la última explicación oficial sobre la reunión no revelada entre ambos mandatarios tras la cumbre del G20 en Hamburgo.
La Casa Blanca ha puntualizado así que el encuentro entraba dentro de la dinámica de la cumbre y que se trató de una mera "conversación".
Esta conversación, que hasta hoy no había salido a la luz, transcurrió el pasado 7 de julio en el marco del G20 durante una cena organizada por la canciller alemana, Angela Merkel, a la que solo acudieron los mandatarios y sus parejas.
El experto en geopolítica y presidente del Grupo Eurasia, Ian Bremmer, informó hoy en una entrevista televisiva de ese intercambio, que la Casa Blanca confirmó a medios estadounidenses. Sin embargo, ante el revuelo levantado por la información, la Casa Blanca quiso detallar las circunstancias de la conversación.
"No es solo perfectamente normal, sino que es parte de los deberes del presidente, interactuar con los líderes mundiales", dijo la Casa Blanca, al explicar que durante dicha cena Trump "habló con muchos líderes".
Trump carga contra los medios
El propio Trump reaccionó a estas informaciones y arremetió, como es habitual, contra los medios de comunicación que las publicaron.
"La noticia falsa sobre la cena secreta que tuve con Putin es 'enferma'. Todos los líderes del G20, y sus parejas, estaban invitados por la canciller alemana. ¡La prensa lo sabía!", dijo Trump en un mensaje en su cuenta privada de Twitter.
"¡Las noticias falsas -prosiguió- son cada vez más deshonestas! Hasta una cena organizada para los 20 líderes en Alemania la hacen ver siniestra".
En la cena, Putin y Trump tenían asientos asignados en lados opuestos de la mesa, pero hacia el final del evento el presidente estadounidense se levantó para sentarse al lado del mandatario ruso y hablar con él.
Según Bremmer, ese segundo encuentro duró una hora, aunque la Casa Blanca lo calificó de "breve".
Trump y Putin ya habían mantenido ese día un encuentro, el primero desde que el magnate llegó a la Casa Blanca, que duró cerca de dos horas y en el que acordaron una tregua para el suroeste de Siria y decidieron abrir un canal de comunicación para Ucrania.