Donald Trump ha pedido a los líderes republicanos en la Cámara de Representantes que retiren su propuesta de reforma sanitaria ante el temor de que sus propios diputados la tumbaran.
"Acabamos de retirarla", ha afirmado el mandatario al Washington Post.
El presidente de la cámara baja, Paul Ryan, había alertado horas antes a la Casa Blanca de que carecía de los votos necesarios para impulsar el controvertido proyecto de ley, que buscaba sustituir el mayor logro doméstico de Barack Obama.
A principios de mes el Partido Republicano presentó un plan para cumplir su longeva promesa de eliminar y reemplazar Obamacare. La medida conservaba elementos populares de la reforma de Obama, como la prohibición a las aseguradoras de negar cobertura en base a condiciones médicas preexistentes, pero apartaba aún más a EEUU de la sanidad universal.
Un análisis de la Oficina Presupuestaria del Congreso vaticinó que bajo este plan 24 millones de estadounidenses se verían sin seguro médico y el déficit público se reduciría en 337.000 millones de dólares en los próximos diez años.
Pese a contar con el respaldo de Donald Trump, la propuesta legislativa decepcionó a republicanos moderados y conservadores, los primeros porque temían el impacto negativo que pudiera tener sobre sus electores y los segundos porque consideraban que era apenas una versión descafeinada de Obamacare.
Aun arriesgándose a sufrir una dolorosa derrota, la Casa Blanca prometió que la votación tendría lugar este viernes, después de que Trump diera un ultimátum al partido de que el momento de derogar Obamacare era ahora o nunca.
“Hemos hecho todo [lo posible]”, aseguró este viernes el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, “y creo que ahora es el momento de votar”.
Esta semana los líderes republicanos en la Cámara de Representantes anunciaron múltiples modificaciones para intentar persuadir a los diputados díscolos, embarcándose en una negociación contrarreloj para asegurar la supervivencia del proyecto de ley en la que también participó la Casa Blanca.
Uno de los cambios más espinosos fue la eliminación del estándar federal para las prestaciones mínimas que deben proporcionar las pólizas de seguro.
La votación estaba prevista inicialmente para este jueves, séptimo aniversario de la firma de Obamacare, pero fue pospuesta ante la inviabilidad de la medida.
En Twitter, Trump urgió en el último minuto a los congresistas republicanos a cerrar filas y votar a favor del American Health Care Act, como se denomina la nueva reforma sanitaria: “¡Después de siete años horribles de Obamacare (…) esta es finalmente vuestra oportunidad de [aprobar] un gran plan!”.
También cargó contra el Freedom Caucus (Caucus de la Libertad), una facción de congresistas ultraconservadores que se opone ferozmente a la medida. Trump necesitaba el apoyo de este colectivo, de una treintena de miembros, para sacar el proyecto adelante.
Con poco más de 20 votos en contra desde la bancada republicana, el proyecto de ley hubiera salido derrotado, un humillante golpe para Trump.
Y aunque fuera aprobada, la medida tendría que pasar al Senado, donde el Partido Republicano tiene apenas una ventaja de cuatro escaños y varios de sus legisladores habían proclamado su descontento con la propuesta.
Tras lo sucedido este viernes, la perspectiva de una reforma sanitaria republicana que sustituya de al plan Obama se aleja.
Hablando con periodistas en el Despacho Oval, Trump ha asegurado estar "abierto" a intentar otra reforma sanitaria y ha pronosticado la "explosión" de Obamacare, informó Efe.
En rueda de prensa, Ryan ha asumido el revés, pero ha alertado de que no ha renunciado a su objetivo.
“Este no es el final de la historia”, ha afirmado. “Tenemos que hacerlo mejor y lo haremos”.
Para tener éxito, Ryan deberá conciliar las demandas de sus diputados, una tarea que ha demostrado ser ardua.
"Por mucho que me gustaría con muchos de mis colegas republicanos en en el Congreso y la Casa Blanca (...), voy a votar en contra del American Health Care Act, porque contiene más mala política que ningún otro proyecto de ley que haya visto", afirmó este viernes en un comunicado el congresista Mo Brooks, del Freedom Caucus, anunciando sus intenciones.
"Tras hablar con votantes, líderes empresariales y profesionales médicos a lo largo de mi distrito, he llegado a la conclusión de que el American Health Care Act no es una solución mejor [que Obamacare]", aseguró Dave Joyce, del ala moderada.
Por su parte, los demócratas han celebrado la decisión de retirar la propuesta republicana y advertido de que era "cruel" con los estadounidenses menos pudientes.
"Es una victoria para el pueblo estadounidense", ha afirmado la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.