Barack Obama apura sus días en el poder y acaba con la doctrina de "pies mojados, pies secos", una interpretación de la normativa de inmigración que facilitaba la residencia a los cubanos que llegaban a Estados Unidos incluso de forma ilegal.
Este giro en la política migratoria y en las relaciones con Cuba entrará en vigor de forma inmediata. "Hoy, Estados Unidos está dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración", afirmó Obama en un comunicado.
El presidente de Estados Unidos anunció que el fin de la política de "pies secos/pies mojados" que calificó como "de otra era" tendrá efecto inmediato, de forma que los cubanos que no califiquen para obtener ayuda humanitaria serán objeto de deportación, en concordancia con las actuales leyes del país.
"Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los migrantes de otros países", subrayó Obama en su comunicado.
En una semana clave
Este cambio de última hora se produce a una semana de que tenga lugar la investidura de Donald Trump y lleva negociándose varios meses entre EEUU y Cuba, según AP. El acuerdo incluye el compromiso de Cuba de que los inmigrantes rechazados por las autoridades puedan volver sin problemas a la isla.
La política, que devolvía a cuba los cubanos interceptados en el mar (pies mojados) y permitía la entrada a los que lograban tocar tierra (pies secos) está en vigor desde 1995, cuando la administración de Bill Clinton la puso en marcha tras el éxodo masivo de balseros el año anterior.
Esta doctrina había sido objeto de muchas críticas por parte de los exiliados cubanos en Miami, que argumentaban que estaba siendo explotada por los emigrantes económicos de la isla. El temor de que esta excepción legal pudiera ser derogada, especialmente ante la llegada de Trump al poder, había provocado un aumento en el número de cubanos que han llegado EEUU, según apunta Univisión.
A partir de ahora, cualquier cubano que quiera entrar, vivir y trabajar en EEUU tendrá que cumplir los mismos requisitos legales que cualquier inmigrante.