Una persona murió este miércoles tras detonar dos artefactos explosivos cerca de la Corte Suprema de Justicia de Brasil, en la Explanada de los Tres Poderes. La Policía ha confirmado que se trató de un ataque suicida.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 19:30 hora local (23:30 hora peninsular española) cuando finalizaba una sesión plenaria en el tribunal. En un comunicado, el Tribunal Supremo señaló que "se escucharon dos fuertes estruendos al final de la sesión".
Un portavoz policial afirmó a medios locales que el autor del ataque se quitó la vida haciendo accionar un aparato explosivo, aparentemente de fabricación casera, al lado de una estatua frente a la máxima Corte. Después de esa detonación, se produjo una segunda explosión en un automóvil que estaba aparcado cerca, al lado de un edificio anexo a la Cámara de los Diputados.
Según el canal de televisión HCH, las explosiones se produjeron con una diferencia de 20 segundos. Tras realizar las primeras pesquisas, Policía afirmó que ambas explosiones están relacionadas. En el maletero del automóvil, según comprobó un periodista de Efe, había restos de explosivos y ladrillos.
El cadáver del fallecido, todavía no identificado, permanecía en el suelo frente al Tribunal Supremo, parcialmente mutilado por la explosión. Fuentes oficiales sí que han desvelado la identidad del dueño del automóvil que explosionó. Se trata de Francisco Wanderley Luiz, un miembro del Partido Liberal, sigla que lidera el expresidente Jair Bolsonaro.
Tras las explosiones, los magistrados fueron retirados del edificio "de forma segura" y también fueron desalojados los funcionarios y colaboradores como medida de precaución, según informó el Tribunal Supremo. Bomberos y policías se desplazaron al lugar y aislaron la zona.
Escenario del intento de golpe
La Explanada de los Tres Poderes es el corazón político del país, ya que está compuesta por el Tribunal Supremo, el Palacio de Planalto (sede presidencial) y el Congreso Nacional.
En 2023 también fue el epicentro del intento de golpe de Estado llevado impulsado por miles de bolsonaristas el 8 de enero en un ataque que la Justicia trata como un intento de golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El Supremo es uno de los principales blancos de los ataques tanto del expresidente Jair Bolsonaro como de sus seguidores.