Donald Trump ha sido herido leve este sábado por un disparo que intentaba acabar con su vida mientras pronunciaba un mitin en Pensilvania. El precandidato republicano y expresidente de EEUU fue alcanzado por un francotirador en su oreja derecha, tras lo que el Servicio Secreto le desalojó y le puso a salvo. El atacante, que fue abatido pocos segundos después, mató a un espectador y dejó a otros dos heridos en estado crítico al fallar los tiros dirigidos a Trump.
El expresidente se ha retirado del escenario por su propio pie manando sangre desde la parte superior de la oreja, levantando el puño mientras era rodeado por agentes del servicio secreto, pero en aparente buen estado. Minutos después se confirmó que su vida no corría peligro, mientras líderes políticos de todo signo -incluyendo al presidente Biden y al expresidente Obama- condenaban el ataque.
Trump tenía agendado el sábado en el condado de Butler el último acto de campaña previo a la Convención Republicana, donde su partido le designará candidato de forma oficial. Poco después de que el expresidente comenzase su discurso, hacia las 18.00 horas (hora local), se ha escuchado un primer disparo. Mientras Trump se llevaba la mano a la oreja y caía al suelo, al menos otros dos tiros se han escuchado.
Media docena de agentes del Servicio Secreto se han abalanzado sobre el escenario para proteger al candidato republicano. En los segundos posteriores, se han oído nuevos disparos y gritos de "el tirador ha sido abatido", junto con alaridos de terror de algunos asistentes.
Aproximadamente un minuto después los agentes han puesto en pie a Trump. Aunque intentaban cubrirle con sus cuerpos, Trump ha girado la cabeza hacia la cámara de televisión de su campaña que retransmitía la señal y ha dicho a los agentes "esperad, esperad, esperad, esperad". Mirando a cámara, con el puño en alto y gesto de rabia, ha musitado en tres ocasiones "luchad".
Al tiempo que el Servicio Secreto lograba bajarle del escenario, el público ha empezado a corear "USA, USA, USA". Trump ha sido metido en un monovolumen negro y trasladado a un centro médico de la zona para proceder a un reconocimiento de su estado de salud.
Un francotirador
El fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, confirmaba poco después del ataque que el tirador había sido abatido y que ha muerto un varón asistente al mitin. El Servicio Secreto agregaba al balance tres horas más tarde a otros dos asistentes heridos en estado crítico.
Las imágenes difundidas por las redes sociales muestran al presunto tirador abatido en el tejado de una edificación baja situada a 125 metros del podio, por lo que se presume que se trataba de un francotirador.
Los vídeos también han captado cómo, poco después de evacuar al expresidente, las fuerzas de seguridad cargaban con el cuerpo de un hombre que se encontraba en la grada detrás de Trump. Testigos presenciales señalan que recibió un tiro en la cabeza.
El lugar fue desalojado, y se acordonó con cinta policial el escenario, mientras un helicóptero policial y agentes de los cuerpos de seguridad custodiaban el área.
Un comunicado del cuerpo de seguridad indicaba una hora después del suceso que Trump estaba a salvo después de "un incidente". "Esta es ahora una investigación activa del Servicio Secreto", señalaba en X el portavoz del cuerpo, Anthony Guglielmi, quien confirmó más tarde que el suceso se investiga como un atentado contra la vida del expresidente.
Uno de los asistentes al mitin ha declarado a la cadena BBC minutos después del ataque que él vio a un hombre sospechoso que estaba "arrastrándose por el tejado" con un rifle y que informó a los cuerpos de seguridad pero que no le hicieron caso. "Se lo señalamos a la policía, he estado señalándole durante dos o tres minutos. El Servicio Secreto nos ha visto", ha aseverado.
Los asistentes a los mítines de Trump son sometidos a escáneres de seguridad antes de acceder al evento. Tienen que pasar por un detector de metales y sus mochilas son registradas en busca de armas y de otros objetos prohibidos. Sin embargo, dada la distancia desde la que ha atacado el tirador, parece probable que no haya llegado a acercarse a tales controles.
Trump: "Mucha sangre"
Menos de tres horas después del ataque, Donald Trump ha emitido un mensaje en la red Truth Social, en el que ha comenzado agradeciendo a los cuerpos de seguridad su respuesta ante el atentado y trasladado sus condolencias a la familia del hombre fallecido.
"Me dispararon con una bala que atravesó la parte superior de mi oreja derecha. Supe de inmediato que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel. Hubo mucho sangrado, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando", describe.
Su equipo de campaña ha confirmado que continuará con el programa previsto y acudirá a la Convención Nacional Republicana que se celebrará en Milwaukee (Wisconsin) del lunes 15 al jueves 18 de julio. Allí será ratificado como candidato del Partido Republicano para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Condena unánime
El presidente Joe Biden ha sido informado del suceso poco después, según informan fuentes de la Casa Blanca. Tras publicar un tuit en el que decía estar "agradecido de escuchar que está a salvo", ha aparecido en una comparecencia pública de urgencia. En ella ha indicado que Trump tiene derecho a hacer campaña sin riesgo a sufrir violencia, y que toda la nación debe unirse para condenar el ataque. "No hay lugar para este tipo de violencia en América", agregaba en X.
En la misma línea, el predecesor de Trump en la Casa Blanca, Barack Obama, había publicado poco antes un mensaje en X donde subraya que "no hay ningún lugar en absoluto para la violencia política en nuestra democracia". "Aunque no sabemos exactamente qué ha ocurrido, debemos estar todos aliviados de que el expresidente Trump no esté seriamente herido, y usar este momento para comprometernos nosotros mismos con la civilidad y el respeto en nuestra vida política. Michelle y yo le deseamos una pronta recuperación", señala.
El expresidente Bill Clinton, en su nombre y en el de su mujer Hillary -rival de Trump por la Presidencia en 2016- ha insistido en la idea de que "la violencia no tiene cabida en América, especialmente en nuestro proceso político".
Otras figuras renombradas de los demócratas, como el senador Bernie Sanders, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez y la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi se han pronunciado en el mismo sentido.
Entre los republicanos, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, tildó el suceso de "terrorífico acto de violencia política en un acto pacífico de campaña", mientras el excandidato republicano Mitt Romney hablaba de acto "atroz y malvado" en un día "profundamente triste para EEUU. El expresidente George W. Bush se mostraba "agradecido" de que Trump esté a salvo tras el "ataque cobarde contra su vida".