El fiscal especial John Durham concluyó, cuatro años después de que se le encargase el informe, que el FBI no debería haber lanzado una investigación sobre la supuesta vinculación de la campaña del expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) y Rusia en las elecciones de 2016. Durham, que fue elegido por el fiscal general de Trump en 2019, William P. Barr, ha publicado por fin su informe este lunes.
En el reporte, de más de 300 páginas, Durham indicó que el FBI empleó información de Inteligencia "no corroborada, sin procesar ni analizar" para lanzar pesquisas sobre el equipo de campaña de Trump y sus posibles lazos con Rusia.
Sin embargo, el texto no revela la supuesta mala conducta políticamente motivada que denunció Trump en 2019. Tampoco arroja grandes hallazgos respecto a la cuestión de la interferencia rusa, que quedó demostrada en el informe del FBI.
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Por tanto, a pesar de las conclusiones positivas para Trump, los republicanos tendrán que lidiar con una investigación que ha costado cerca de siete millones de dólares, que no ha mandado a nadie a la cárcel y que tampoco ha descubierto "el crimen del siglo", como prometió el expresidente para justificar el encargo.
El FBI "fracasó"
El fiscal especial argumenta que, tras revisar la investigación del FBI y otras actividades de Inteligencia, ha concluido que "el Departamento (de Justicia) y el FBI fracasaron a la hora de cumplir su misión de fidelidad estricta con la ley, en conexión con ciertos eventos y actividades descritos en este informe".
Durham y su equipo realizaron más de 480 entrevistas, revisaron más de un millón de documentos, ejecutaron siete órdenes de allanamiento y, con un gran jurado, entregaron más de 190 citaciones.
Durham señala en el texto que responsables del FBI mostraron "una ausencia grave" de rigor analítico en el tratamiento de la información que recibieron, especialmente la relacionada con personas y entidades con afiliaciones políticas.
En suma, el manejo por parte del FBI de varios aspectos clave en este caso fue "gravemente deficiente", de acuerdo al fiscal especial, quien consideró que este fracaso a la hora de cumplir con su responsabilidad hacia el público causó un "daño severo" a la reputación de la agencia.
Y terminó con una breve recomendación para el FBI: crear un puesto para un agente o abogado del FBI que supervise las investigaciones políticamente delicadas.
En su día, Barr abrió esta investigación tras la insistencia de Trump en que su campaña había sido objeto de espionaje antes de las elecciones de 2016 por parte de la inteligencia estadounidense, bajo las órdenes del entonces presidente, Barack Obama.
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De esta forma, el Departamento de Justicia se investigó a sí mismo, ya que ese supuesto espionaje lo habría llevado a cabo el FBI, agencia con la que Trump fue muy crítico desde su llegada al poder.
Con esa indagación, Trump pretendía llegar a la raíz que originó la investigación sobre la llamada "trama rusa" liderada por Robert Mueller, que le atormentó durante los dos primeros años de su Presidencia y que finalizó en marzo de 2019 con la conclusión de que ni él ni nadie de su entorno trabajó directamente con el Kremlin para ganar los comicios de 2016.
Celebración de Trump
Tras la publicación del informe, la reacción de Trump no se hizo esperar y en un mensaje en su red social, Truth, el exmandatario afirmó que los estadounidenses han sido "estafados".
"¡GUAU! ¡Después de una amplia investigación, el fiscal especial John Durham concluye que el FBI nunca debería haber lanzado la indagación Trump-Rusia! ¡En otras palabras, el Público Estadounidense fue estafado, como lo está siendo ahora por aquellos que no quieren ver GRANDEZA para EE.UU.!", sentenció.
En un comunicado, el FBI aseguró este lunes que su cúpula "ya ha aplicado decenas de acciones correctivas, que llevan en marcha desde hace tiempo" en respuesta a los comportamientos denunciados por Durham.
La nota agrega que, si "esas reformas" hubieran estado en funcionamiento en 2016, "los traspiés" identificados en el informe se podrían haber prevenido.
En enero, un informe de 'The New York Times', basado en entrevistas con más de una docena de funcionarios actuales y anteriores, mostró cómo la investigación de Durham se vio afectada por la disidencia interna sobre la ética de la fiscalía, lo que llevó a dos fiscales de su personal a renunciar en protesta.
El artículo también describía cómo Durham usó memorandos de inteligencia rusos —los cuales se sospechaba que contenían 'fake news'— para obtener acceso a los correos electrónicos de un asistente de George Soros, enemigo declarado de la derecha estadounidense y del Kremlin. Durham usó los poderes del gran jurado para obtener una información que un juez le había rechazado dos veces al considerarla legalmente insuficiente.
Además, en el otoño de 2019, los funcionarios italianos dieron inesperadamente a Barr y Durham una pista sobre presuntos delitos financieros relacionados con Trump. Si bien el dato no estaba relacionado con la investigación de Rusia, Barr hizo que Durham investigara el asunto en lugar de remitirlo a otro fiscal, pero Durham no presentó cargos. El informe del Sr. Durham no menciona ninguno de esos asuntos.
Desde que los republicanos recuperaron el control de la mayoría en la Cámara Baja de EEUU en las elecciones de medio mandato de noviembre pasado, han lanzado investigaciones legislativas ante lo que denuncian que es la manipulación de las agencias federales, como el FBI, para ponerlas al servicio de fines políticos.