Ralph Yarl quiere ser como Sidney Bechet o Johnny M. Dodds, clarinetistas inolvidables. O, desde luego, como George Baquet, con el que empezó todo. Pero a sus 16 años eso ha estado a punto de truncarse. El jueves por la noche Andrew Lester, presuntamente, le disparó en la cabeza cuando Yarl tocó su timbre por error en el 115 de Terrace Street, Kansas City, Missouri. Pero esa equivocación de casa no fue lo que casi mata al joven. Yarl ha estado a punto de no contarlo por el hecho de ser negro.
Eran las 22:30 hora local cuando Ralph Yarl pasaba por Terrace Street para recoger a sus hermanos gemelos, menores que él. Llamó a la puerta de una de las casas suburbanas, pero ahí no estaban sus hermanos sino Andrew Lester, un hombre blanco de 84 años que le recibió con un revólver calibre 32.
"Puedo decirles que hubo un componente racial en este caso", dijo el fiscal del condado de Clay Zachary Thompson en conferencia de prensa. Yarl ni siquiera cruzó el umbral. Tampoco intercambiaron palabra alguna. En cuanto le vio, Lester le disparó dos veces a través de la puerta de vidrio. Después le golpeó en la cabeza y en un brazo.
El adolescente fue trasladado al hospital con una fractura de cráneo, una lesión cerebral traumática con hinchazón, síndrome posconmocional y lesiones en el brazo. Allí la policía le tomó declaración. "El hombre me dijo 'no vengas por aquí'", les contó Yarl, según los documentos judiciales. Días después le dieron el alta y ayer lunes se encontraba ya en su casa, recuperándose.
"La familia está encantada de que Ralph no haya sucumbido a las heridas, pero ahora están enojados porque el sistema de justicia no mostró ningún aprecio por su vida", dijo Lee Merritt, abogado de la familia, a 'The Guardian'. Aún no se explican cómo ha podido sobrevivir a semejante ataque.
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El jueves, tras el ataque, la fiscalía acusó a Lester de asalto en primer grado, un delito que puede acarrear cadena perpetua, y de acción criminal armada, que tiene un posible castigo de 15 años de cárcel. No se presentaron, sin embargo, cargos por delitos de odio, que en Missouri conllevan penas menores.
Con tal historial de acusaciones se emitió una orden de arresto contra Lester. Horas más tarde, a las 05:00h., el anciano fue puesto en libertad bajo fianza de 200.000 dólares, a la espera de que la policía recabase pruebas forenses y entrevistase a Yarl.
Protestas sociales
La liberación de Lester fue el germen de una serie de protestas que se alargaron durante dos días. Los manifestantes fueron al 115 de Terrace Street para gritarle a Lester que "las vidas de los negros están siendo atacadas" y "levántense, luchen". Afuera de la casa, dos letreros: "No abogados" y "Esta propiedad está protegida por cámaras de vigilancia".
Yarl, a quien los miembros de la familia describieron como "uno de los mejores clarinetistas de Missouri y un excelente estudiante", forma parte de la Asociación de Estudiantes de Tecnología y del Equipo de Olimpiadas de Ciencias de su escuela.
El presidente Joe Biden también ha querido expresar su apoyo a la familia y llamó a Yarl cuando fue dado de alta. La tía del chico ha hecho un llamamiento a través de GoFundMe para recaudar dinero en concepto de facturas médicas y otros gastos que ya alcanzan los dos millones de dólares.
En Missouri, la "ley de defensa propia" permite a los propietarios usar la fuerza física contra los intrusos. No obstante, dicha ley dice que una persona no puede usar la fuerza letal a menos que crea razonablemente que es necesario para protegerse de la muerte o de lesiones físicas graves.
No parece que sea el caso. "Ningún niño debería vivir con el temor de que le disparen por tocar el timbre equivocado", tuiteó la vicepresidenta Kamala Harris en respuesta al tiroteo.