El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha anunciado la limitación del uso de llaves de estrangulamiento y las entradas sin previo aviso en domicilios a la hora de la ejecución de arrestos por parte de agentes federales.
En concreto, se prohíben los "estrangulamientos" y "restricciones carotídeas" a menos que se autorice la fuerza letal -cuando el agente tiene una "creencia razonable" de que el sujeto representa un "peligro inminente de muerte o lesiones físicas graves"-, y se reducen las situaciones en las que los agentes pueden acceder a un domicilio sin previo aviso.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha indicado que estas medidas buscan "generar confianza" respecto a las fuerzas del orden y se suman, de cara a alcanzar este objetivo, a la reciente ampliación de la instalación de cámaras corporales para los agentes federales.
"Son pasos importantes que está tomando el departamento para mejorar la seguridad y la rendición de cuentas de las fuerzas del orden", ha subrayado el fiscal, según un comunicado del Departamento de Estado.
Tanto las llaves de estrangulamiento como el allanamiento sin previo aviso han resultado, en ocasiones, en muertes bajo custodia en los últimos años, lo que ha provocado peticiones para que se prohíban ambas acciones.
El Congreso estudia la limitación de las llaves de estrangulamiento y las órdenes de detención sin previo aviso en el marco de un proyecto de ley de reforma policial que lleva meses paralizado.
Este proyecto, denominado Ley de Justicia en la Policía de George Floyd -el hombre afroamericano asesinado por una agente de la Policía en Mineápolis-, languidece a la espera de ser votado en el Senado tras ser aprobado por la Cámara de Representantes en marzo.