El pasado 13 de enero varios medios mexicanos publicaron que el estadio de béisbol de Palenque, Tabasco, iba a ser remodelado con 89 millones de pesos, unos cuatro millones de euros, en plena pandemia. La noticia se hizo viral por un solo motivo: en dicho recinto juegan las Guacamayas de Palenque, el equipo fundado y presidido por Pío López Obrador, el hermano del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El dinero, aportado por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano, supone un total de 200 millones de pesos para seis proyectos en el municipio de Palenque, de los cuales el 45% irán para mejorar la Unidad Deportiva Municipal en la que está el estadio de las Guacamayas.
Todo mientras no hay casi apoyos financieros para pequeños y medianos empresarios cuyos negocios están afectados por los cierres derivados de la pandemia mundial y el presidente ataca y amenaza con desaparecer organismos autónomos que están fuera de su control con la excusa de la austeridad y de dedicar ese dinero a equipamiento sanitario. Palenque es además donde López Obrador tiene La Chingada, su rancho de vacaciones.
Rápidamente, dicho Ministerio y el propio presidente salieron a atacar a los medios que publicaron la noticia, asegurando, como siempre que se hace público algún escándalo que afecta a su Administración, que está fuera de contexto y es una calumnia de sus enemigos políticos. Que en el caso de la familia de Andrés Manuel López Obrador, ya van unos pocos en los dos años que lleva liderando México.
El propio Pío López Obrador protagonizó a finales de agosto lo que se llama en México un videoescándalo, cuando se publicaron dos vídeos de 2015 en los que se le veía, en un restaurante, recibiendo millones de pesos en metálico, procedente de Chiapas, en sobres color manila. El dinero era para financiar a Morena, el partido de López Obrador, y no fue registrado ante las autoridades electorales. En los vídeos se reconocía que llevaban año y medio de entregas en efectivo y que el ahora presidente sabía de dichas entregas.
Quien se lo entregaba era David León, que entonces era asesor de comunicación del gobernador de Chiapas. Cuando Obrador llegó a la presidencia, León fue premiado con la coordinación nacional de Protección Civil y estaba a punto de ser nombrado director de una nueva empresa estatal de distribución, abasto de medicamentos, vacunas y equipos médicos.
León renunció tras la publicación de los vídeos, en los que se ve además a Pío con un voluminoso cuaderno, que llaman la Biblia, donde apuntaba las “aportaciones” de dinero en efectivo. Diversos columnistas publicaron que hay al menos 15 vídeos donde se ve al hermano de Obrador recibiendo dinero en efectivo. En un giro de los acontecimientos, Pío denunció al periodista y al medio que publicó los vídeos por vulnerar su privacidad, y pidió 12 años de cárcel para él.
Prima hermana de AMLO
El segundo familiar directo que ha puesto en aprietos al presidente de México es su prima hermana, Felipa Guadalupe Obrador. Dueña y principal accionista de la empresa Litoral Laboratorios Industriales, ganó en 2019 y 2020 diversos contratos con Pemex, la petrolera estatal, por 365 millones de pesos, cerca de 15 millones de euros al cambio actual. En 2020 ganó, con otras tres empresas, tres contratos para analizar el impacto de diversas instalaciones petroleras, y en 2019, con otra empresa, un contrato para introducir productos químicos a pozos en aguas someras.
Tras publicarse sobre estos contratos el pasado diciembre, el presidente dijo desconocer el asunto y de nuevo habló de un ataque político de sus adversarios. Pero pocos días después Pemex rescindió los contratos con la empresa de su prima y relevaron de su cargo al gerente de contrataciones de Pemex. La prima dijo que daría explicaciones en una conferencia de prensa, pero esto nunca sucedió.
La esposa de Arturo López Obrador, Carol Jessica Moreno, fue denunciada en agosto de 2020 por el Gobierno del estado de Veracruz acusada de desvío de recursos cuando entre febrero de 2016 a julio del mismo año, en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz, se detectaron desvíos de recursos por aproximadamente 80 millones de pesos. Moreno era entonces Oficial Mayor. Las oficialías mayores se encargan de la administración interna y controlan los presupuestos, recursos humanos y materiales. En el desvío se habrían utilizado 20 empresas fantasma.
Y en Macuspana, Tabasco, el pueblo natal del presidente, otra de sus cuñadas, Concepción Falcón, mujer de Ramiro López Obrador, está acusada con otros 11 regidores de la presunta falta de 233 millones de pesos, unos 10 de euros, del presupuesto municipal. Falcón era síndica de Hacienda. Los desvíos, que corresponderían a los ejercicios de 2019 y 2020, eran de dinero correspondiente a los fondos para infraestructuras municipales.
De nuevo, cuando se le cuestionó por este presunto desvío, López Obrador -que este lunes dio positivo por coronavirus- dijo que nada estaba probado y de nuevo habló de un ataque político. Publicado en el diario Reforma, lo tachó de “pasquín inmundo”, “periodismo vil”, “caso clásico del hampa del periodismo”...
Esa ha sido la estrategia habitual ante cualquier crítica a su Gobierno, atacar a los medios de comunicación, una práctica que organizaciones defensoras de los derechos de periodistas señalan que crea hostilidad y empuja a la violencia contra la prensa, en un país que Reporteros sin Fronteras califica como el tercer país más peligroso para la prensa, solo detrás de Afganistán y Siria. Dos territorios, recordemos, que están en guerra.