Un latino, un afroamericano y cuatro mujeres. Seis puestos de los 24 originales. Así fue el primer gabinete de Donald Trump, el menos diverso en Estados Unidos desde Ronald Reagan, pues incluía la nada despreciable cifra de 18 hombres blancos. Una tendencia que, como muchas otras cosas, va a cambiar por completo tras la victoria del demócrata Joe Biden en las pasadas elecciones del 3 de noviembre.
El medioambiente, las relaciones exteriores o la gestión de la pandemia son tres de los principales hitos a los que se enfrentará el nuevo Gobierno de Biden cuando el 20 de enero tome posesión del cargo. Sin embargo, los desafíos y sus soluciones dependen en buena medida de cómo se afronten, del ángulo desde el que se enfoquen y de cómo se interpreten las posibles soluciones.
Así lo cree el hoy líder demócrata y por ello ha querido hacer frente al futuro inmediato con un equipo no sólo multidisciplinar, sino también multicultural y multiétnico, como una idea clave en el desarrollo de Estados Unidos.
Inmigrantes y mujeres
Hasta el momento, Biden podía presumir de contar en su equipo con la primera mujer elegida en las urnas para ser vicepresidenta de Estados Unidos. Hillary Clinton falló en su intento de alcanzar la Casa Blanca como candidata demócrata precisamente ante Donald Trump. Y la republicana Sarah Palin, gobernadora de Alaska, se quedó a las puertas de la vicepresidencia cuando John McCain concedió la victoria a Barack Obama hace ya 11 años.
Kamala Harris no es sólo la primera mujer en ocupar el segundo escalafón de la democracia norteamericana, sino que además es afroamericana por parte de padre e indioamericana por parte de madre. Complicado que exista más diversidad. Pero ella, es únicamente la punta de lanza pues de los cinco puestos de alto nivel que Biden ya ha anunciado, cuatro de ellos siguen la misma línea de diversidad racial y cultural.
Alejandro Mayorkas ha sido nombrado como secretario de Interior (Homeland Security). De origen cubano -sus antepasados llegaron a la isla huyendo de Turquía y Rumanía por su credo judío y sus padres huyeron a Miami años más tarde cuando la revolución castrista derrocó a Fulgencio Batista-, en sus manos estará la mayor responsabilidad sobre el control de inmigración, con lo que podrá darle vuelta a la gestión tan criticada de Trump especialmente en la frontera con México, donde se llegó a separar a los niños de sus familias.
No será Mayorkas el único latino, pues este mismo martes Biden ha anunciado el nombramiento de Xavier Becerra como nuevo secretario de Sanidad. Hijo de inmigrantes mexicanos y fiscal general de California hasta la fecha, tendrá la responsabilidad de gestionar la pandemia de coronavirus y desarrollar la logística que permita una vacunación masiva de la población estadounidense toda vez que el Gobierno ha probado la seguridad y la eficacia de la vacuna de Pfizer.
Con Antony Blinken -blanco, caucásico- al frente de la secretaría de Estado, el otro varón ya nombrado es el general retirado Lloyd Austin -negro, afroamericano-. Con la necesidad de que el Congreso apruebe una excepción para desempeñar su cargo -la ley establece que no puede ocupar cargo hasta siete años después de su renuncia y ésta se produjo hace cuatro-, Austin representa en buena medida el legado de Barack Obama, pues supervisó al ejército de EEUU en Oriente Próximo durante su Administración.
Finalmente, el quinto nombre ya públicamente conocido es el de Janet Yellen, que será la secretaria del Tesoro. Primera mujer en ocupar la vicepresidencia de la Reserva Federal, también se convirtió, en 2014, en la primera mujer presidenta de ese mismo organismo, puesto al que fue nominada por Barack Obama y al que accedió en una votación que terminó 56-26, el margen más estrechó de la historia en la elección de tal cargo.
Sin embargo, la diversidad no se acaba en el primer nivel, sino que va mucho más allá.
Con Ron Klain, el demócrata que defendió los intereses a Al Gore en los eternos recuentos de Florida, como jefe de Gabinete de la Casa Blanca y el que fuera secretario de Estado John Kerry designado como "Enviado Especial para el Clima", los otros nombramientos de Joe Biden incluyen a cuatro mujeres más: desde Avril Haine, directora general de Inteligencia, a Neera Tandem, quién será directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca pasando por otras dos afroamericanas como Linda Thomas-Greenfield, embajadora de EEUU ante la ONU, y Cecilia Rose, presidenta del consejo de asesores económicos.
La presencia femenina se extiende mucho más allá y, de hecho, monopoliza la comunicación del nuevo gobierno de Biden. Así, Kate Bedinfield será directora de comunicaciones de la Casa Blanca y dirigirá un equipo integrado únicamente por mujeres, en el que Jen Psaki será secretaria de prensa, Ashley Etienne y Symone Sanders ocuparán los cargos de directora de comunicaciones y portavoz de Kamala Harris, respectivamente; y Elizabeth Alexander se encargará de las comunicaciones de la Primera Dama, Jill Biden.