Más de 70.000 personas han cruzado la frontera entre Venezuela y Colombia este fin de semana. La frontera permanecía cerrada por el Gobierno de Nicolás Maduro desde el pasado febrero y el viernes se anunció que se volvería a permitir el paso de un país a otro. Según Migración Colombia, unos 34.000 ciudadanos venezolanos entraron en Colombia el sábado y cerca de 40.000 volvieron a Venezuela.
El director de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, señaló que, tras la decisión de Maduro de revocar la medida de cierre de los puentes fronterizos, que unen el Norte de Santander de Colombia y el estado de Táchira, en el extremo occidental de Venezuela, se registraron "altos flujos de viajeros". La gran mayoría de venezolanos entraron en Colombia no solo para abastecerse de alimentos y productos de primera necesidad, sino para recibir asistencia médica.
"Esta reapertura trae consigo una disminución del uso de atajos por parte de las personas, un aspecto positivo, ya que no siguen poniendo en riesgo su integridad para cruzar la frontera y mucho menos tienen que pagar para que se les permita hacerlo, como estaba sucediendo”, ha dicho.
En declaraciones a la agencia AFP, algunos venezolanos se han quejado de las largas colas y de las horas de espera para cruzar la frontera. Belky Rangel, de 34 años, llegó exhausta y a punto del llanto al puente Simón Bolívar. Tardó tres horas en pasar a Cúcuta con sus dos hijas de ocho y cinco años enfermas. El viaje en autobús le hubiera llevado una hora y media.
"Ha sido terrible, tengo a mis dos hijas con dengue, con fiebre, y tuve que venir a buscar tratamiento en Colombia", dijo, señalando que el paso hacia Colombia es restringido "y hay mucha gente necesitando salud y comida".
El bloqueo de los puentes y las restricciones al paso de personas generaron también una serie de irregularidades, incluidos enfrentamientos entre delincuentes que buscan controlar los pasos fronterizos alternativos y que exigen pagos para permitir el paso de personas y mercancías por los caminos abiertos en la maleza.
Por eso, pese a la reapertura de la frontera, el Gobierno colombiano criticó las decisión de Nicolás Maduro. “Creemos que abrir la frontera no es solo decirlo, es actuar en consecuencia, y en ese orden de ideas el dictador Maduro y las personas cercanas al régimen deberían retirar los obstáculos que hay sobre los puentes internacionales, ya que si queremos una migración ordenada y segura debemos dar las condiciones para que exista”, señaló Krüger.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, a través de su embajadora Angelina Jolie, llamó la atención para la situación humanitaria en Venezuela y resaltó que cuatro millones de venezolanos, casi el 15% de la población, han abandonado el país desde 2015.
El gobierno venezolano rechazó las críticas a través del canciller Jorge Arreaza, diciendo que se trata de instrumentalizar de las cifras. “En este reciclaje mediático ACNUR vuelve a su rol de instrumentalizar la migración venezolana: mienten e inflan cifras para pedir y recibir más recursos con destino incierto, en medio de una rebatiña parasitaria, a costa de la dignidad y los Derechos Humanos de los venezolanos” escribió Arreaza en Twitter.