La otra lucha contrarreloj de Libia: enterrar 20.000 muertos sin bolsas para los cuerpos y evitar el cólera
La ayuda extranjera llega con fluidez desde el jueves, pero el suministro pasa por alto algo esencial para prevenir contagios: sacos para los cadáveres.
15 septiembre, 2023 03:16Aunque la ropa y la comida llegan progresivamente a Derna, el primer suministro de países extranjeros, otras provincias y ONG ha pasado por alto un abastecimiento vital para impedir que la catástrofe en Libia vaya a más: bolsas de plástico. Sin sacos mortuarios, resulta misión imposible aislar los cadáveres y así impedir el contagio de enfermedades como la cólera, que si no se corta puede derivar en una epidemia.
Si la cifra oficial de fallecidos ronda los 11.000, las autoridades locales estiman alrededor de 20.000 víctimas mortales. La diferencia estriba en que sigue habiendo más de 10.000 personas desparecidas cuyo rescate se afronta con pesimismo. Lo más probable es que, cinco días después del impacto, bajo los escombros o movidos a antojo del mar sólo haya cuerpos sin vida, no supervivientes.
Los que flotan en el Mediterráneo están siendo trasladados a Tobruk ―280 kilómetros al este de Derna― para ser identificados, según Hichem Abu Chkiouat, ministro de Aviación Civil del Gobierno que administra la Libia oriental. En la ciudad afectada, el temor a una epidemia de cólera acecha: los equipos de rescate y los supervivientes se apremian para aglomerar los cadáveres en fosas comunes.
El alcalde de Derna, Abdulmenam al-Ghaithi, comparte el apuro de sus vecinos, que están enterrando sin discriminación a sus familiares. Por eso, lo que al-Ghaithi pide al resto del mundo es ayuda para recuperar los restos sin identificar y concluir esta inhumación masiva: "En realidad necesitamos equipos especializados en la recuperación de cadáveres", dijo a Reuters. "Temo que la ciudad se contagie de una epidemia debido al gran número de cuerpos bajo los escombros y en el agua", reconoció. También se solicitan enterradores.
Además de recursos humanos, hay un material en falta: "Necesitamos bolsas para los cuerpos", ha reclamado el director de los equipos de rescate, Lutfi al-Misrati, a Al Jazeera. "[Derna] está totalmente destruida. Ahora mismo, hay equipos extranjeros en la ciudad para intentar ayudar. Pero, por desgracia, hay demasiados cadáveres en las calles", declaró Ali al-Ghazali, de la organización de desarrollo Namaa.
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Ahora, la mayoría de los cuerpos se están descomponiendo. "El olor a muerte está en el aire", añadió al-Ghazali. "He perdido familiares en las inundaciones. Los primos hermanos de mi mujer. Han muerto familias enteras. Mi mujer está en tratamiento contra el cáncer. Tras la inundación, la trasladamos a Bengasi, para que pudiera continuar su tratamiento", contó el jueves a la CNN.
En Derna quedan alrededor de 70.000 habitantes vivos. De una ciudad que antes del paso de Daniel acogía a 120.000 personas, 30.000 han sido desplazados tras el ciclón y unos 20.000 están muertos o desaparecidos. Los que permanecen entre los efectos la catástrofe conviven con "cadáveres por todas partes, dentro de las casas, en las calles, en el mar. Vayas donde vayas, encuentras hombres, mujeres y niños muertos", contó este jueves a Associated Press Emad al-Falah, un voluntario de la ciudad cercana de Bengasi, cuyos habitantes entran en las 250.000 personas afectadas por la catástrofe.
La tarde del jueves, Médicos Sin Fronteras envió un lote esperanzador. En cooperación con la Media Luna Roja, con una fuerte presencia en la zona, la organización franco-suiza aportó 400 bolsas mortuarias. La Cruz Roja italiana también ha proporcionado, además de instalaciones sanitarias, purificadores de agua potable y generadores, 1.500 bolsas para cadáveres.
Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha desbloqueado este jueves de forma inmediata diez millones de dólares de su fondo de emergencia para llevar suministros vitales a las víctimas de las inundaciones en Libia. Estos fondos están destinados a prevenir una crisis sanitaria que, además del elevado número de fallecidos que yacen a la intemperie, podrían causar otros factores como la falta de agua potable.