El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, en el poder desde 2013, ha presentado su dimisión y la de todo el gobierno en una declaración transmitida por la televisión nacional, tras haber sido depuesto por un golpe militar horas antes.
"No deseo que se derrame más sangre por mantenerme en el poder", dijo Keita, que fue presentado en la ORTM1 (televisión oficial) como "presidente saliente".
IBK, como se le conoce popularmente, dio a entender que su renuncia se hacía forzado por los militares participantes en el golpe de estado: "¿Tengo acaso otra opción?", se preguntó, tras recordar que "ciertos elementos de las fuerzas armadas han concluido que esto debía terminar mediante su intervención".
"Comité nacional de salvación"
Los militares que dieron el golpe han presentado un "comité nacional de salvación pública" y han anunciado elecciones "en un plazo razonable", tras haber disuelto la Asamblea Nacional y haber obligado al presidente a presentar la dimisión.
Cinco dirigentes de este comité aparecieron ante la televisión pública y dirigieron un discurso leído por el que se presentó como su portavoz, el teniente-coronel Ismael Waghe, quien anunció además el cierre de fronteras y la instauración de un toque de queda nocturno "hasta nueva orden".