Un pasajero ha muerto y al menos 30 han resultado heridos por las fuertes turbulencias que han afectado a un avión de Singapore Airlines que viajaba del aeropuerto de Heathrow (Londres) a Singapur.
El Boeing 777-300ER aterrizó de emergencia en Bangkok a las 15.45 hora local debido a las turbulencias provocadas por la mala meteorología. En la aeronave viajaban un total de 211 pasajeros y otros 18 miembros de la tripulación, según ha informado la línea aérea. Entre ellos había dos pasajeros de nacionalidad española, informó la agencia Efe.
"Singapore Airlines ofrece sus más profundas condolencias a la familia del fallecido", reza el comunicado de la aerolínea.
Tras el aterrizaje, los servicios de emergencia tailandeses acudieron a pie de pista para tratar a los heridos. "Algunas personas se golpearon la cabeza contra los compartimentos superiores de maletas", han contado pasajeros a Reuters.
Videos publicados en X por un portavoz de los equipos de emergencia muestran un convoy de ambulancias a toda velocidad en dirección a hospitales de Bangkok.
Por su parte, el ministro singapurense de Transporte, Chee Hong Tat, expresó en redes sociales su "tristeza" por el incidente a bordo y expresó su "pésame" a los familiares de la víctima mortal.
"Nuestra prioridad es brindar toda la asistencia posible a todos los pasajeros y tripulantes a bordo del avión. Estamos trabajando con las autoridades de Tailandia para brindar la ayuda médica necesaria y enviando un equipo a Bangkok para brindar cualquier apoyo adicional", explica la compañía.
Tras unas 11 horas de viaje, el vuelo SQ321, que despegó de Heathrow el lunes por la noche, perdió unos 6.000 pies de altitud, casi 2.000 metros, en tan solo cinco minutos. Cayó de 37.000 pies de altura a unos 31.000 cuando atravesaba el mar de Andamán, cerca de Tailandia, según datos de FlightRadar24.
Los aviones están hechos para soportar sin mayores problemas las turbulencias durante los vuelos. Incidentes como el sufrido este martes por el vuelo SQ321 son raros, aunque pueden ocurrir con turbulencias extremadamente fuertes.
Las turbulencias pueden ser complicadas de anticipar. En ocasiones aparecen en los mapas meteorológicos de los pilotos, pero no siempre.
El último incidente en un vuelo de Singapore Airlines fue en el año 2000, cuando un avión de la aerolínea se estrelló durante el despegue en Taiwán y 83 personas murieron.