Ucrania ataca Berdiansk y Mariúpol: acribilla la retaguardia para bloquear a Rusia en el mar de Azov
El ejército ucraniano intensifica sus ataques a algunos de los puntos claves de la defensa rusa que dan acceso a las rutas de exportación.
30 mayo, 2023 02:33Simbolismos aparte, la cruenta batalla de Mariúpol tenía un sentido que es difícil buscárselo a la de Bakhmut. Una vez conquistadas en los primeros compases de la guerra las ciudades de Melitopol y Berdiansk, Ucrania tenía en el puerto asediado su único acceso al Mar de Azov. Desde el punto de vista económico, su resistencia era vital para el país de Volodímir Zelenski: buena parte de las rutas de exportación de grano a Europa, a África y a Asia partían de ahí a través de Turquía.
El sitio de Mariúpol duró más de un mes y la ciudad, como sabemos, quedó destrozada… pero Rusia siempre tuvo especial cuidado en no dañar en exceso las infraestructuras del puerto. Putin sabía que, de conquistar la ciudad, no solo dejaría a Ucrania sin salida al mar por el flanco este, sino que caería en sus manos un importantísimo enclave desde el que transportar armas, blindados, munición, tropas y todo tipo de suministros al doble frente del Donbás y de Zaporiyia.
Desde entonces, tanto el puerto de Mariúpol como el de Berdiansk se han convertido en espacios decisivos para el abastecimiento ruso. Durante casi un año, ambos puertos habían quedado fuera del alcance de la artillería ucraniana, pero la cosa ha cambiado y de qué manera: gracias a los Storm Shadows británicos, de mayor alcance (aunque menor precisión) que los HIMARS estadounidenses, Ucrania ya sí puede atacar los dos puertos y mandar un mensaje claro a Rusia: el Mar de Azov ha dejado de ser un lugar seguro para el transporte bélico.
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“Limpiando” el sur de Zaporiyia
En las últimas 24 horas, los ataques sobre ambas ciudades han sido constantes. En los alrededores de Mariúpol, las fuerzas ucranianas golpearon la aldea de Staryi Krim, al norte del cementerio y el centro comercial. Asimismo, pudieron oírse varias ráfagas de misiles antiaéreos disparados por los ocupantes rusos y hay imágenes de humo saliendo de la ciudad. Más al oeste, yendo por la costa hacia Berdiansk, Ucrania atacó también Mangush, Nikolske, Uzruf y Yurinska. Se desconocen los daños que han podido causar estos ataques.
Por su parte, Berdiansk fue bombardeada por segunda vez en menos de 48 horas. Se trata del cuarto ataque en aproximadamente una semana. Los objetivos, como siempre, fueron depósitos de combustible, centros administrativos de las fuerzas invasoras y refugios que sirven de alojamiento a los soldados rusos. Los mismos que podrían ser mandados, en cualquier momento, a sofocar un ataque en vertical desde Orijov, el movimiento que todos esperan por parte de Ucrania en su anunciada ofensiva.
También han continuado los ataques sobre Tokmak, repetidos desde hace un mes para dañar lo más posible otro de los puntos clave de suministro en Zaporiyia. Aunque no se registren avances terrestres al sur del río Dniéper, está claro que el ejército de Zaluzhnyi está preparando el terreno para encontrarse con los menores impedimentos posibles en caso de ataque. Igual que las tropas rusas huyeron de Sumy, Járkov o Jersón, no es una locura pensar que puedan ir cediendo terreno para proteger de la mejor manera posible Crimea y los dos mencionados puertos del Azov.
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Patriots contra Iskanders
Crimea, Mariúpol y Berdiansk son, por lo tanto, los tres puntos de defensa de los que no puede prescindir Rusia. Son los que le permite controlar el Azov con todo lo que eso conlleva en materia de comunicaciones. Crimea, y en concreto Sebastopol, es la joya de la corona rusa en Ucrania, la gran línea roja que tanto Occidente como Ucrania se están planteando si realmente se podrá cruzar en algún momento sin repercusiones. Berdiansk protege Crimea y protege Mariúpol… mientras que la propia Mariúpol es clave por su puerto, pero también por su localización estratégica.
Y es que hablamos de la ciudad que, de alguna manera, une los dos frentes. Aunque se podría decir que forma parte del frente sur y Ucrania la ha incluido en esta oleada de ataques a la costa, lo cierto es que Mariúpol forma parte de la región de Donetsk y queda a apenas dos horas en coche de la capital. No sólo eso, sino que su dominio impide de momento la creación de un tercer frente ya en territorio ruso: tanto Rostov como Krasnodar quedan al otro lado del mar. Ucrania ya las ha alcanzado con drones y misiles. El acceso al Azov aumentaría la presión sobre la zona.
Mientras tanto, los ataques estratégicos siguen también en el frente este, donde se registraron explosiones en Shebekino (Belgerod) y continúan los escarceos en la frontera con Rusia. El ejército de Gerasimov está intentando avanzar hacia Bilohorivka, pero probablemente para asegurar posiciones de defensa en torno a Svatove y Kreminna más que con una intención ofensiva.
Asimismo, los ucranianos siguen su camino hacia Klishchiivka desde Ivanivske. No hay noticias de movimientos ofensivos ni defensivos en Bakhmut, a la espera de que se complete el traspaso de poderes entre el Grupo Wagner y el ejército regular ruso.
En la mañana del lunes, se produjo un nuevo ataque sobre Kiev, pero los sistemas Patriot de defensa antiaérea funcionaron a la perfección, derribando a los otrora temibles Iskander rusos. Una vez que Ucrania ya tiene defensas suficientes para al menos moderar los daños sobre su población civil, insistir en estos ataques que tienen más de terrorismo que de otra cosa solo sirve para mermar aún más las municiones rusas, que, como ha afirmado en varias ocasiones el propio Eugeni Prigozhin, no sobran. Son ataques estériles y sin consecuencia en la guerra, que sobrepasa los quince meses sin que se atisbe un final cercano.