La gran ofensiva rusa de invierno, anunciada a bombo y platillo a finales del año pasado, ha acabado por convertirse en un carnicería -localizada en Bakhmut- sin avances territoriales significativos. Desde que el ejército de Ucrania liberó la ciudad de Jersón en noviembre, el frente ha permanecido prácticamente estático. Ni rusos ni ucranianos han conseguido grandes victorias y la principal batalla se concentra en Bakhmut. No obstante, el estancamiento durante los meses de frío ha favorecido dos movimientos: que Kiev consiga nuevo y sofisticado armamento de sus aliados occidentales y que Moscú refuerce sus posiciones en las regiones ocupadas de Lugansk, Donetsk y Zaporiyia oriental.
Con la primavera se espera otro gran golpe, esta vez por parte de las fuerzas ucranianas que podrían lanzarse a reconquistar el sur del país. Por el momento se desconoce cómo o cuándo exactamente se lanzará -si se lanza- esa contraofensiva. Ni siquiera la reciente filtración de documentos clasificados del Pentágono da detalles al respecto. Sin embargo, son varios los rumores que apuntan a que el próximo gran objetivo de las tropas de Volodímir Zelenski podría ser la localidad de Melitopol, en el oblást de Zaporiyia.
Esta ciudad, que contaba con unos 150.000 habitantes antes de la guerra, es la segunda más importante de la región. Fue una de las primeras en caer en manos rusas a inicios de la invasión y ha sido objetivo de ataques de partisanos desde entonces. Es además un enclave muy valioso estratégicamente, ya que está ubicada en el cruce de dos carreteras clave y una vía férrea que conecta Rusia con los territorios ocupados del Donbás y con la península de Crimea.
Por eso, si Kiev logra controlar esas autopistas complicaría la provisión de tropas rusas en el sur de Ucrania. Y no sólo eso: también facilitaría el avance hacia la ciudad de Mariúpol y el resto de localidades bañadas por el Mar de Azov. Ahora bien, Melitopol se encuentra a unos 65 kilómetros del frente, por lo que las fuerzas ucranianas deberán primero penetrar en la línea de defensa rusa. Y todo apunta a que se están preparando para ello.
En diciembre, la administración regional de Zaporiyia impuesta por Rusia anunció que los ucranianos habían atacado un estratégico puente a las afueras de la ocupada Melitopol. Al parecer, fue un acto de sabotaje. Más tarde, sin embargo, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron misiles de precisión HIMARS contra varios objetivos, demostrando su capacidad para golpear por detrás de las líneas defensivas.
Ahora, ante el miedo de una nueva ofensiva en la urbe, las tropas de Putin y en concreto la Agrupación de Fuerzas del Sur de Rusia llevan semanas ampliando defensas en el sur de la región de Zaporiyia. Así lo asegura el Ministerio de Defensa de Reino Unido en uno de sus recientes partes de guerra diarios en el que detalla que “Rusia probablemente ha puesto un esfuerzo significativo en estos trabajos defensivos porque está convencida de que Ucrania está considerando un asalto a la ciudad de Melitopol”.
Para ello, se habrían creado tres capas de líneas defensivas a lo largo de 120 kilómetros, un distancia que abarca el territorio comprendido desde el río Dniéper hasta Melitopol. Estas estarían formadas por una primera línea de posiciones de combate avanzadas, y luego dos zonas de defensas casi continuas y más elaboradas separadas por aproximadamente entre 10 y 20 kilómetros. Al parecer las defensas tienen el potencial de ser grandes obstáculos, pero de acuerdo con los servicios de inteligencia británicos, “su utilidad depende casi por completo de que estén apoyadas por suficiente artillería y personal”.
Blindar Crimea
Asimismo, Moscú hace ya tiempo que decidió convertir la península de Crimea en una fortaleza. Fue Serguéi Aksiónov, jefe del Ejecutivo ruso en el territorio, quien informó a finales del año pasado a través de su canal de Telegram que se estaban construyendo fortificaciones en Crimea.
"Las medidas de las Fuerzas Armadas de Rusia y las fuerzas del orden, adoptadas por encargo del presidente Putin son suficientes para que los crimeos se sientan seguros", señaló Aksiónov en un vídeo. Sin embargo, admitió estar supervisando directamente "trabajos adicionales" que se ampliarían a la región de Jersón todavía ocupada.
En concreto, según señala el Ministerio de Defensa del Reino Unido las fuerzas rusas habrían cavado trincheras a lo largo de la frontera de Crimea, así como cerca del río Siversky-Donets que cruza los óblast de Donetsk y Lugansk.
Uno de los asentamientos fue localizado por las imágenes satelitales del 15 de noviembre recogidas por el Institute of the Study of War (ISW), donde se puede ver cómo las tropas rusas levantaron posiciones defensivas adicionales en Chkalove, a aproximadamente 55 kilómetros al sur de la actual línea de frente del río Dnipro.
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos