Tras seis décadas de conflicto armado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) está un paso más cerca de entrar a formar parte de la vida democrática de Colombia, después de que haya concluido con éxito una segunda ronda de negociaciones entre la formación terrorista y el Gobierno colombiano.
Representantes de ambos lados firmaron este viernes una nueva "Agenda de Diálogos de Paz". En el documento se llama a "reconstruir un pacto nacional que tenga la fuerza de concitar las voluntades de todos los sectores de nuestra sociedad". Entre las medidas a las que se compromete el Gobierno para el acuerdo se encuentra "la determinación de condiciones y garantías para la seguridad y el ejercicio de la política por parte del ELN".
Por su parte, ambos contendientes se comprometen al "cese del fuego y de hostilidades de carácter bilateral hacia la generación de condiciones para la superación del conflicto armado". En el mismo sentido, se comprometen a no usar "la fuerza armada para presionar desarrollos en la Mesa ni para afectar a sus participantes". Aunque no se trata de un alto el fuego definitivo, sí se encamina hacia él, en lo que supone uno de los objetivos del presidente del país, Gustavo Petro.
"Se está construyendo un gran acuerdo nacional a través de tres pilares: la participación ciudadana, la democracia real y las transformaciones socioeconómicas", ha declarado el jefe negociador del Ejecutivo colombiano, Otty Patiño, quien ha escrito varios libros sobre los conflictos paramilitares en el país.
España se ha sumado como uno de los países de acompañamiento del proceso, junto a Alemania, Suecia y Suiza. En el comunicado conjunto de estos cuatro Estados celebran el cierre del ciclo, especialmente por la fijación de una agenda, y subrayan "la importancia de las garantías de seguridad en el marco de los alivios humanitarios para mitigar las afectaciones a la población civil en Colombia".
La primera fase de negociaciones tuvo lugar en Venezuela a finales del pasado año, tras lo que la segunda se ha llevado a cabo en México. La tercera se celebrará en Cuba.
Hay que remontarse hasta 2016 para encontrar el origen de las negociaciones entre el ELN y el Gobierno colombiano, comandado entonces por Juan Manuel Santos, y en el marco de las entabladas también con las FARC. Tras varios tiras y aflojas en el proceso, fue Iván Duque, sucesor de Santos, quien rompió las conversaciones al producirse un atentado en una escuela de cadetes en Bogotá en enero de 2019. Ya el Gobierno de Petro retomó las negociaciones sobre la base de lo previamente acordado.