Al mismo tiempo que el presidente estadounidense Joe Biden visitaba Kiev este lunes, Rusia realizó una prueba del misil balístico intercontinental Sarmat, conocido como Satán II y que tiene capacidad para lanzar ojivas nucleares. La Inteligencia estadounidense cree que el lanzamiento fue infructuoso, pues Putin esperaba destacarlo como una de sus grandes noticias durante su discurso oficial sobre el estado de la nación.
El Gobierno de Estados Unidos había notificado a Rusia el domingo por la tarde que Biden viajaría a la capital ucraniana al día siguiente, tal y como confirmó el Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan. Del mismo modo, el Ejército de Estados Unidos era conocedor de que Rusia iba a ejecutar estas pruebas, ya que fue informado por el Kremlin, aunque no se le dijo la hora y no sabía que coincidiría con la visita.
El lanzamiento tuvo lugar en una zona donde no hay conflicto, según han informado funcionarios estadounidenses en CNN. Estos han asegurado que la prueba no representaba ningún riesgo para Estados Unidos ni para Biden, y que no vieron que este suceso fuese anómalo o indicase una escalada de violencia.
No obstante, dicha prueba fue realizada justo un día antes de que Putin anunciase la suspensión unilateral del cumplimiento por parte de su país del START III o Nuevo START, último tratado de desarme y de no proliferación nuclear que estaba aún vigente entre Rusia y EEUU.
No era la primera vez que Rusia probaba lanzamientos con este misil balístico intercontinental Sarmat. Sin embargo, en ocasiones anteriores las pruebas habían resultado exitosas. No fue así en esta ocasión, por lo que Putin no pudo presentarlo a bombo y platillo en su discurso en Moscú, como creen los funcionarios estadounidenses que tenía planeado.
¿Qué es el misil Sarmat?
El misil pesado Sarmat (también conocido como RS-28 o SS-X-30) es un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) desarrollado por Rusia como parte de su programa de modernización nuclear. El misil Sarmat está diseñado para reemplazar al misil R-36M2 Voevoda, que ha estado en activo desde la década de 1970.
El Sarmat es capaz de transportar múltiples ojivas nucleares, lo que lo convierte en una de las armas más poderosas que Rusia tiene disponible en su arsenal nuclear.
Según los informes oficiales, el misil tiene un alcance de hasta 18.000 km y puede llevar una carga útil de hasta 100 toneladas de cabezas nucleares. Además, el Sarmat es capaz de evadir los sistemas de defensa antimisiles enemigos y puede ser lanzado desde silos o plataformas móviles.
Así, el misil Sarmat ha sido desde su creación una pieza clave en la estrategia nuclear de Rusia. Las pruebas con este misil, que comenzaron en 2018, son parte de los esfuerzos de Rusia por modernizar su arsenal nuclear y asegurar su capacidad de disuasión.
Putin ya advirtió el año pasado que este misil "haría pensar en aquellos que intentan amenazar a Rusia". En ese momento, los expertos occidentales describieron la prueba de 2022 como un "ruido de sables nucleares" y se percibió como un intento de distraer la atención de los fracasos militares de Rusia en ese momento, como el hundimiento de su buque insignia en el mar Negro, el Moskva.
El entonces secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, calificó la prueba de 2022 como "rutinaria, y no fue una sorpresa. No se consideró que fuera una amenaza para Estados Unidos o sus aliados".
El ejército ruso se ha enfrentado a múltiples derrotas importantes en el campo de batalla ucraniano durante el último año y ha "fracasado" en sus objetivos estratégicos allí, según han dicho varios altos funcionarios estadounidenses en CNN. Por eso, la realización de lanzamientos con Sarmat justo adquiere un significado simbólico y un mensaje de Putin a Occidente.