Parecía que el evento transcurría según lo esperado. Miembros del Partido Conservador británico se reunían con medio centenar de posibles donantes e inversores en una recaudación de fondos cotidiana. El ministro de Inmigración Robert Jenrick, flamante invitado, principal reclamo 'tory' para convencer a los ricos indecisos, sale al estrado, pero no lo reciben aplausos. Una decena de activistas infiltrados se ponen en pie e interrumpen al ministro: "¿Va a decirnos qué ha pasado con los 222 niños desaparecidos?".
Alexa Harrison, del movimiento que lucha por la justicia social y frenar la crisis climática Green New Deal Rising, fue la primera en hablar: "Gracias a ustedes, 222 niños han desaparecido de las instalaciones del gobierno", dijo. Al mismo tiempo, otros dos activistas se pusieron en pie.
Harrison hacía referencia a una investigación publicada recientemente por 'The Observer' que reveló que 222 niños inmigrantes solicitantes de asilo han desaparecido sin dejar rastro de distintos hoteles gestionados por el Ministerio del Interior. La investigación alerta de que podrían haber sido secuestrados por diferentes organizaciones criminales.
[El primer Leopard ya está en Polonia pero el resto de tanques no llegarán a Ucrania hasta abril]
Los conservadores de Hampstead y Kilburn (norte de Londres) que habían organizado el acto no daban crédito. Menos aún el ministro Jenrick, quien seguramente pensaba que esa chica vestida como una auténtica leal 'tory' iba a dedicarle algún alago, pero nada más lejos de la realidad: "Al Ministerio del Interior se le dijo que esto podría suceder, pero no hiciste nada".
Harrison y sus dos compañeros fueron rápidamente detenidos por la escolta del ministro, que los sacó sin que diese tiempo siquiera a salir de la confusión: las risas -alguno se pensaría que se trataba de una broma- se alternaban con las miradas de sospecha.
Jenrick hizo como si la cosa no fuese con él y trató de seguir con su discurso: lo que le concernía allí, desde luego, era reunir un buen dinero. Sin embargo, más activistas surgieron de la nada y comenzaron a exigir su dimisión y la de la ministra de Interior Suella Braverman.
A estos activistas les esperaba el mismo destino que a sus compañeros -la calle-, pero se aseguraron de que quedase bien claro lo que reivindicaban: "Justicia para los niños, justicia para Windrush", gritaban.
En efecto, esta desaparición masiva de niños ha causado preocupación y consternación en todo el país. Las autoridades responsables de proteger a estos niños y garantizar su seguridad han sido criticadas por no hacer lo suficiente para prevenir estas desapariciones, y la presión para que se den respuestas ha crecido desde finales de enero.
Bandas criminales
La mayoría de estos 222 niños desaparecidos provienen de países en desarrollo con conflictos y problemas de inseguridad, como Afganistán, Irak y Eritrea. En concreto, se cree que al menos 176 de ellos eran de origen albanés, lo que supone alrededor de un 80% del total, la mayoría adolescentes.
Los menores llegan a Reino Unido en busca de un futuro más seguro y protección. Sin embargo, una vez que llegan, a menudo se encuentran en una situación precaria y vulnerable.
Robert Jenrick ha informado de que de los 4.600 niños solicitantes de asilo que habían llegado a Reino Unido desde 2021, unos 440 habían desaparecido y sólo se había podido localizar a la mitad. La investigación de 'The Observer' elevó la cifra a 600.
Lo que no esperaba nadie es que desapareciesen a pesar de la protección oficial que les brinda el Gobierno con los hoteles de acogida. Esto ha puesto el foco en la calidad y eficacia de los sistemas de atención y vigilancia para los niños solicitantes de asilo.
Una buena parte de los niños supuestamente secuestrados por bandas criminales residían en un hotel de Brighton administrado por Interior. Fuentes del Ministerio contaron a 'The Observer' que los niños son interceptados en la calle que está frente al hotel y metidos en coches. Un patrón que estaría siendo repetido en toda la costa sur del país.
La calificada por medios británicos como "ministra del Interior en la sombra" Yvette Cooper describió la revelación como "verdaderamente espantosa y escandalosa" y pidió al gobierno que informara acerca de cuántos niños habían desaparecido el último año y qué se estaba haciendo para encontrarlos.
"Suella Braverman no ha actuado de acuerdo con las repetidas advertencias que le han hecho sobre las medidas de seguridad totalmente inadecuadas para los niños que están bajo su responsabilidad", añadió.
"Es un abandono total del deber por parte del Ministerio del Interior errar tanto en proteger la seguridad de los niños o en tomar medidas enérgicas contra las bandas peligrosas poniéndolas en un riesgo terrible. Los ministros deben implementar urgentemente nuevos arreglos de protección".
[Rusia elige Mariúpol para reunir las tropas de la nueva ofensiva y así poder nutrir los dos frentes]
Presión al Gobierno
Diferentes movimientos activistas están tratando de esclarecer el asunto y que los responsables dimitan. "Lo que este Gobierno y el Ministerio del Interior están haciendo es inaceptable e inhumano. Como hija de alguien que fue deportado a la fuerza debido al clima hostil del país, sé de primera mano cuan dañinas son estas actitudes y políticas", ha denunciado en el acto 'tory' Alexa Harrison.
"Independientemente de su política, todos merecen seguridad y respeto como seres humanos. Estamos haciendo acciones y tomando medidas porque queremos que el Gobierno investigue y encuentre a estos niños desaparecidos, que detenga y revierta estas políticas y ayude a reunir a otras familias como la mía a las que han separado a la fuerza".
Fatima Ibrahim, codirectora del movimiento Green New Deal Rising, dijo: "Aquellos que defienden la justicia se oponen a este Gobierno y la retórica y las acciones que utilizan para demonizar a las personas que simplemente buscan seguridad. Creemos que es responsabilidad de nuestro gobierno brindar seguridad a las personas que enfrentan situaciones imposibles".
A pesar de estas críticas, las autoridades no han tomado de momento demasiadas medidas para abordar esta crisis y encontrar a estos niños desaparecidos. El Gobierno ha designado un "grupo de trabajo especial" para investigar las desapariciones y han aumentado la colaboración con otras agencias relevantes, incluyendo la policía y las organizaciones sin fines de lucro.
Además, se han llevado a cabo campañas de sensibilización para alertar a la población sobre el riesgo de explotación y desaparición de niños solicitantes de asilo. "Las personas alojadas en nuestros hoteles pueden ser trasladadas a otros lugares de acuerdo con la guía de asignación de alojamiento", dijo un portavoz del Ministerio de Interior.