A primera hora de la mañana una lluvia de misiles caía sobre más de una decena de ciudades ucranianas. Kiev, Leópolis o Dnipro retumbaban con el impacto de los bombardeos, que han dejado más de 11 fallecidos y cerca de 60 heridos, y han destrozado numerosos edificios e infraestructuras clave.
Es la venganza de Vladímir Putin por la explosión que el sábado derrumbó parcialmente el puente de Kerch en Crimea, la península anexionada ilegalmente por Rusia en 2014. Sin embargo, el ataque podría haber sido peor. Según las fuerzas ucranianas, este lunes se han conseguido neutralizar 43 de los misiles disparados por las tropas del Kremlin.
De acuerdo con el ministro de Defensa Ucraniano, Hanna Malyar, a las 11:35 horas, Rusia había lanzado 83 misiles. Previamente, el general Valeriy Zaluzhnyi, jefe del Ejército de la resistencia, dijo a través de Twitter que Rusia había lanzado 75 ataques aéreos y que 51 habían sido interceptados, según recoge Reuters.
Para mostrar la habilidad de los soldados ucranianos a la hora de neutralizar los bombardeos enemigos, las tropas han publicado a través de las redes sociales un vídeo en el que se muestra a un único militar empleando un sistema de defensa antiaéreo.
Este tipo de sistemas de defensa han sido proporcionados en los últimos meses por Noruega, Polonia, Eslovaquia, Estados Unidos y Reino Unido, según la plataforma Forum on the Arms Trade.