El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha reunido este lunes con el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, en Sochi, ciudad balneario a orillas del mar Negro. Putin tiene en Lukashenko a un incondicional y el encuentro, que no figuraba an la agenda del jefe del Kremlin, lo ha corroborado más si cabe.
A su inicio, recogen imágenes difundidas por la televisión estatal, en unas extrañas declaraciones, Lukashenko ha afirmado que "el futuro de Europa está junto a Rusia y Bielorrusia, donde hay todo lo que necesitan", obviando la invasión de Ucrania, las sanciones en respuesta y la represalia con el gas o el cereal como contraataque.
"Los países europeos tienen todo lo que nosotros podemos comprarles: tecnologías y otras cosas. ¿Qué más necesitan?", se ha preguntado Lukashenko, a lo que Putin ha añadido: "Tratarnos con respeto".
El presidente bielorruso ha agradecido al ruso la invitación y se ha mostrado convencido de alcanzar "todas las soluciones". Putin ha propuesto a su interlocutor debatir asuntos económicos, en particular planes conjuntos en materia de alimentos y fertilizantes.
"Que huyan, ya regresarán"
Y aunque el orden del día se basaba -supuestamente- en cuestiones secundarias, unas derivadas de la guerra y otras cotidianas, Lukashenko no ha querido evitar manifestarse sobre la última hora del conflicto para salir en apoyo de su aliado. "Nuestra causa es justa, ¡venceremos!", ha dicho efusivo antes de entrar en uno de los asuntos que más puede incomodar a Putin en este momento: los reservistas.
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El despliegue de 300.000 ciudadanos para luchar en Ucrania está dejando imágenes muy negativas para el Kremlin tanto por la oposición que se ve en las calles como por la represión para tratar de acallar las protestas. Este lunes, un joven ha disparado contra un oficial en un centro de reclutamiento para ir a la cárcel, pero no a la guerra, hacia una muerte probable.
Lukashenko ha quitado hierro a estos hechos o a que jóvenes estén escapando al extranjero. "Rusia tiene recursos para movilizar a 25 millones, pues que huyan 30.000 o 50.000... Que huyan, ya regresarán. Solo hay que decidir qué hacer con ellos", ha afirmado, tratando de agradar a su anfitrión.
Ha explicado el mandatario que él no se preocupó cuando en 2020 miles de compatriotas abandonaron el país después de las elecciones presidenciales, denunciadas como fraudulentas por la oposición y la comunidad internacional. "La mayoría pide que los recibamos de vuelta", ha asegurado.