Rusia amenazó con suspender el suministro de petróleo si el G7 topaba el precio de su crudo y así será. Moscú dejará de exportarlo, al igual que el gas, después de que este viernes los ministros de Finanzas de los países del G7 (EEUU, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Canadá y Japón) hayan decidido poner un precio límite a las exportaciones de petróleo ruso y sus derivados.
El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, ha advertido este viernes que "no habrá gas ruso" en Europa si los Ventisiete ponen un tope al precio del combustible. "Ocurrirá lo mismo que con el petróleo, simplemente no habrá gas ruso en Europa", ha advertido.
Medvédev ha pronosticado un precio de 5.000 euros por cada mil metros cúbicos de gas para finales de año. "Debido al aumento de los precios del gas hasta los 3.500 euros por cada mil metros cúbicos, me veo obligado a revisar al alza el coste previsto hasta los 5.000 euros para finales de 2022", ha explicado.
Misma línea ha mantenido el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Aquellos países que apoyen esa iniciativa dejarán de recibir petróleo ruso. "Simplemente no vamos a cooperar con ellos en base a unos principios que son ajenos al mercado", ha dicho.
Por su parte, el viceprimer ministro Alexander Novak señaló este jueves que "si se imponen restricciones a los precios, simplemente no suministraremos petróleo y productos derivados de petróleo a las empresas o Estados que las imponen, ya que no trabajaremos de manera no competitiva".
Tope al crudo
Los países del G7 ha dado luz verde a imponer un tope a las exportaciones de crudo ruso para evitar que el Kremlin se haga con cuantiosos ingresos a medida que aumenta el precio del barril de crudo y continúa con la invasión en Ucrania.
Alexander Novak ha calificado las propuestas de imponer un tope al precio del petróleo ruso de "completamente absurdas", y agregó que la medida podría destruir por completo el mercado mundial del crudo.
"La interferencia en los mecanismos de mercado de una industria tan importante como la industria petrolera, que es la más importante en términos de garantizar la seguridad energética de todo el mundo, solo desestabilizará el mercado petrolero", afirmó.
Novak señaló que aquellos consumidores europeos y estadounidenses que ya están pagando altos precios por la energía ahora, serán los primeros que paguen por la medida. "Esto arruinará por completo el mercado", enfatizó el viceprimer ministro.
"Es una prohibición integral"
Desde el G7 la decisión es firme. "Hoy confirmamos nuestra intención política conjunta de finalizar e implementar una prohibición integral de los servicios que permiten el transporte marítimo de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de origen ruso a nivel mundial", dijeron los ministros del G7.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Canadá y el Reino Unido ya han aplicado respectivamente un embargo a casi todo el petróleo de Rusia y ahora buscan de forma colectiva, junto al resto de potencias, restringir el acceso de Moscú a servicios que le permiten exportar su crudo a otras partes del mundo.
Estados Unidos ha sido uno de los principales impulsores de este mecanismo, que hizo público por primera vez el Gobierno de Joe Biden durante la reunión en junio de los líderes del G7 y de la UE.
Convencer a más países
Una vez que el G7 ha hecho oficial la decisión de topar el precio del petróleo ruso, los diplomáticos tendrán que convencer a los países miembros de la UE para que modifiquen el último paquete de sanciones contra Rusia.
No será fácil obtener el pleno respaldo europeo. Hungría retrasó la aprobación de las últimas medidas europeas contra Moscú durante semanas. Finalmente, Bruselas tuvo que ceder a las exigencias del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para que su país aceptase el veto al crudo ruso. Budapest ya ha señalado que se opondrá a cualquier tope en el precio del petróleo.