El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, estuvo cerca de ser capturado por las tropas de Vladímir Putin en las primeras horas de la invasión, que comenzó el 24 de febrero. Lo relata el propio mandatario en una entrevista concedida a la revista Time, que publica una extensa historia sobre el inesperado líder de la resistencia.
Cuenta Zelenski que uno de sus primeros recuerdos "inconexos" de ese amanecer del 24 de febrero, jueves, es cuando él y su esposa, Olena Zelenska, despertaron a sus hijos, un niño de 9 años y una adolescente de 17, para explicarles que Rusia estaba bombardeando su país y debían estar preparados para huir de su hogar.
Fuera, explosiones y fuerzas ucranianas tratando de asegurar el perímetro en torno al presidente y su familia. Sellaron el complejo con todo lo que tenían a mano, como tablas de madera contrachapada, que más parecía un montón de chatarra que una fortificación, según el testimonio de Zelenski al reportero Simon Shuster, que ha sido su sombra durante 15 días.
"Antes de esa noche solo habíamos visto algo así en las películas", asegura a Shuster Andrei Yermak, jefe de gabinete. Se hacía inevitable pensar en la cadena de sucesión si Zelenski era asesinado: asumiría el poder el presidente del Parlamento, Ruslan Stefanchuk, quien lejos de esconderse lejos de la calle Bankova, donde tiene su despacho Zelenski, acudió a ella.
Rifles y chalecos
De hecho, fue Stefanchuk una de las primeras personas que vio a Zelenski ese día. Describe su rostro no como de "miedo" sino de incomprensión: "Era una pregunta, ¿cómo puede estar ocurriendo esto?" El presidente no había llegado a asumir que Putin iba en serio en sus amenazas. "Sentimos que el orden mundial colapsaba".
El peligro no pasó durante todo el jueves. Caída la noche, ya con la ley marcial vigente, continuaban los tiroteos en los alrededores del barrio del Gobierno. Los guardias apagaron las luces y llevaron rifles y chalecos antibalas para Zelenski y todo su equipo. Temían lo peor. Pocos sabían manejar armas.
Las tropas rusas, según uno de ellos, veterano de inteligencia militar, trataron hasta en dos ocasiones de asaltar el complejo. La mujer y los hijos de Zelenski seguían allí.
Con esa crisis ya en vías de solución, Zelenski recibió distintas propuestas para abandonar Ucrania, entre ellas la conocida de Estados Unidos, y dirigir un gobierno en el exilio. Las rechazó, grabó su recordado vídeo en la calle lanzando un mensaje a su pueblo y comprendió que tenía que ser un "símbolo", un ejemplo, que su lugar era Kiev, donde 65 días después permanece.