Dos crímenes idénticos ejecutados el mismo día a 3.500 kilómetros de distancia. Una extraña coincidencia que ocurrió este pasado martes. Uno tuvo lugar en Lloret de Mar. El otro en Moscú. En la localidad catalana el empresario ruso Sergey Protosenya presuntamente asesinó a su familia y después se suicidó. En la capital rusa, el exfuncionario del Kremlin Vladislav Avayev también mató a tiros a su familia y luego acabó con su vida de un disparo, según informaron medios rusos.
Los dos crímenes fueron descubiertos este martes a la misma hora. En Lloret de Mar, la Policía Local recibió el aviso de que había un hombre colgado en el jardín de una casa de la urbanización Els Pinars. Fue el hijo del millonario ruso, que vive en Francia, quien llamó a las autoridades tras no poder localizar a su madre. Hacía dos días que no sabía nada de su familia. También llamó a un amigo, quien logró entrar al domicilio junto al jardinero que cuidaba la finca del empresario ruso.
Al acceder a la vivienda vieron el cadáver de Sergey Protosenya, contable de 55 años vinculado a la empresa de gas rusa Novatek, colgado de una soga en el jardín. Pero había más. En la primera planta de la mansión, las autoridades también descubrieron los cuerpos de la mujer del empresario ruso y su hija, de 15 años.
Ambas fueron presuntamente apuñaladas con arma blanca. Los investigadores encontraron un cuchillo y un hacha cerca de los dos cadáveres. La hipótesis que maneja la Policía es que Sergey Protosenya las mató y después se ahorcó. También se está comprobando si fue un asesinato encubierto cometido por terceros.
Mientras la Policía de Lloret de Mar recababa pruebas del crímen, medios rusos informaban del presunto asesinato del exvicepresidente del banco Gazprombank, Vladislav Avayev, su mujer e hija en Moscú, a 3.500 kilómetros de donde Protosenya mató a su familia.
Al parecer, Avayev asesinó a tiros a su familia y luego se suicidó. Igual que Sergey Protosenya en Lloret de Mar. Fue la hija mayor de Avayev quien descubrió a su familia asesinada en la casa después de que sus padres no respondieran a sus llamadas.
La coincidencia, aparte de las similitudes entre los dos crímenes, es que ambos millonarios rusos, Sergey Protonsenya y Vladislav Avayev, tuvieron hace años un cargo de responsabilidad en la compañía rusa Novatek. Protosenya fue jefe de contabilidad de la empresa entre 2002 y 2014.