Polonia cede y finalmente transferirá sus aviones de combate MiG-29 a Alemania para ponerlos a disposición de Estados Unidos. El plan es que el destino final de ese armamento llegue a la Fuerza Aérea Ucraniana.
Cuando este domingo EEUU dijo que daba "luz verde" para entregar a Varsovia aviones F-16, de fabricación norteamericana, a cambio de que el Gobierno polaco transfiriese sus MiG a Ucrania, Polonia desechó la idea, pero ahora accede.
"Polonia, en estrecha cooperación y coordinación con la OTAN, está tratando de reducir la escalada (bélica en Ucrania)", dijo el lunes el primer ministro polaco, Mateusz Morawieck, negando hasta en tres ocasiones a la prensa que Polonia fuera a ceder a las Fuerzas Aéreas ucranianas alguno de sus cazas de fabricación rusa.
Morawieck respondía así a la petición lanzada por Antony Blinken. El secretario de Estado estadounidense había asegurado que su país estaba buscando fórmulas para ayudar a Polonia a entregar a Ucrania aviones militares para reforzar su capacidad de resistencia ante la invasión rusa. "Estamos estudiando activamente la cuestión de los aviones que Polonia puede suministrar a Ucrania, y estudiando cómo podríamos suplirlos en caso de que Polonia decida suministrar esos aviones".
La propuesta norteamericana se rechazó por considerar que involucraría directamente a Polonia en la guerra de Ucrania.
Sin embargo, 24 horas después, el ministro de Exteriores polaco, Zbigniew Rau, ha afirmado en un mensaje de sus redes sociales que Polonia ya está "preparada" para entregar sus cazas. Y, al mismo tiempo, pide al resto de países de la OTAN "propietarios de aviones MiG-29 que tomen medidas similares".
Según el comunicado de Exteriores, "las autoridades polacas están listas para trasladar de forma inmediata y gratuita todos los aviones MiG-29 a la base de Ramstein y ponerlos a disposición del gobierno de Estados Unidos".
La propuesta ha sido considerada como no "sostenible" por parte de el Pentágono. El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos., John Kirby, indicó en un comunicado que su país está realizando consultas con sus aliados y socios sobre la asistencia de seguridad a Ucrania, dado que la iniciativa polaca "muestra algunas de las complejidades que este asunto presenta".
"La perspectiva de que los aviones de combate 'a disposición del Gobierno de Estados Unidos de América' partan de una base de EEUU y la OTAN en Alemania para sobrevolar el espacio aéreo sobre Ucrania, disputado con Rusia, plantea serias inquietudes para toda la alianza", remarcó Kirby. Según el portavoz, para EEUU no está claro que haya "una justificación sustantiva" para esta medida
Cambio de idea
En un primer momento, Polonia había acordado "no enviar ningún avión a Ucrania" porque "supondría una injerencia militar en el conflicto ucraniano". "No vamos a participar en este conflicto. La OTAN no es parte de este conflicto. Estamos apoyando a Ucrania con asistencia humanitaria, pero no habrá aviones polacos en el espacio aéreo ucraniano", había dicho el jefe del Estado polaco, Andrzej Duda.
En realidad, con este giro de 180 grados Polonia contenta a EEUU y al mismo tiempo evita enviar directamente sus aviones a Ucrania. "Cualquier decisión sobre la entrega de armas ofensivas tiene que ser tomada por toda la OTAN y de forma unánime”, ha dicho este martes el primer ministro polaco.
"Por eso estamos dispuestos a entregar toda nuestra flota de cazas a Ramstein (Alemania), pero no estamos dispuestos a hacer ningún movimiento por nuestra cuenta porque, como he dicho, no somos parte en esta guerra", ha añadido.