Una semana después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, decidiera comenzar su ofensiva en territorio ucraniano, las sanciones impuestas por parte de los organismos oficiales europeos e internacionales copan ya una larga lista de imposiciones.
Desde eventos deportivos, pasando por sanciones culturales y otras relacionadas con la industria textil, Rusia se está quedando aislada como respuesta a la decisión de Putin de atacar Ucrania.
Este jueves, el presidente del Eurogripo, Paschal Donohoe, aseguró que la Unión Europea (UE) prepara un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, aunque el "foco" está aún en "aplicar" las medidas de presión adoptadas hasta la fecha.
"Habrá más. La Unión Europea está preparando más sanciones encaminadas a minar la capacidad de la economía rusa para financiar la guerra", declaró Donohoe.
El dirigente comunitario destacó que las trabas impuestas al Banco Central de Rusia para acceder a sus reservas en el extranjero han tenido un "impacto significativo, sino enorme" en su economía, como demuestra el cierre de su mercado de valores y la "dramática caída del rublo".
Los aliados occidentales habían acordado desconectar del sistema internacional de pagos SWIFT a los bancos rusos que sostienen el ataque militar, una medida que se consideraban como el "arma nuclear financiera" contra Moscú. Además, se bloquearon los activos del Banco Central de Rusia y se prohibió a los oligarcas rusos que sostienen el régimen de Vladimir Putin utilizar sus activos financieros en los mercados occidentales.
Más allá de las sanciones económicas, Rusia ha visto cómo, en cuestión de una semana, varias instituciones relacionadas con el mundo de la cultura o el deporte también han tomado decisiones que involucran a sus equipos de fútbol o a las películas que participan en festivales internacionales de cine.
Deportes
La FIFA y la UEFA tenían que actuar, dado que la final de la Champions League de este año debía celebrarse en San Petersburgo. Ante la ofensiva rusa sobre terreno ucraniano, el organismo europeo del balompié decidió trasladar la sede de la final de 2022 a París.
Además, la FIFA prohibió a la Selección Rusa participar en el próximo Mundial de Catar 2022, que se celebrará durante el invierno y la UEFA expulsó a todos los clubes rusos de sus competiciones continentales. Entre ellos, el Spartak de Moscú.
Otra sanción relevante fue la finalización del la relación con Gazprom, la marca rusa que atesoraba un contrato de 40 millones de euros hasta 2024 a cambio de patrocinio en las grandes competiciones del organismo del fútbol; como por ejemplo la Champions League, la Eurocopa o la Nations League.
Adidas, la marca deportiva alemana que viste a la Selección Rusa en los torneos internacionales, también anunció que dejaría de ser sponsor de
Cultura
Una de las grandes polémicas se produjo cuando Eurovisión, el concurso europeo de canto en el que participan de forma regular tanto Ucrania como Rusia, decidió prohibir al país de Putin su participación en el certamen de 2022 que se desarrollará en Turín (Italia).
A esta sanción le siguieron otras de carácter cultural. La Academia Europea del Cine (EFA) anunció el pasado martes que se unía a las sanciones globales, y masivas, contra la nación de Putin, apoyando "plenamente el llamamiento de la Academia de Cine de ese país para boicotear el cine ruso".
La academia "condena enérgicamente la guerra iniciada por Rusia: se debe respetar la soberanía y el territorio de Ucrania", tal y como recitaba un comunicado de la organización. Agrega que la entidad "excluirá las películas rusas de los Premios del Cine Europeo de este año".
Hollywood se ha sumado al boicot europeo, anunciando que no estrenará las películas previstas para este año en territorio ruso.
Medios y tecnología
Además del deporte y la cultura, la Unión Europea anunció el domingo que también prohibiría la emisión de las principales cadenas de televisión rusas: Sputnik y Russia Today (RT), además de a sus filiales.
Esta negativa sin precedentes de la UE pretende, según comunicó Von der Leyen, zanjar de manera inmediata la difusión de "sus mentiras para justificar la guerra de Putin y sembrar la división" en la comunidad política y terminar así con la campaña sostenida de desinformación de los medios de comunicación prorrusos.
Este viernes, la BBC ha suspendido el trabajo de sus periodistas en Rusia. La cadena pública británica ha anunciado este viernes la "suspensión temporal" del trabajo de todos sus periodistas en Rusia, en respuesta a una ley que en su opinión criminaliza el "periodismo independiente".
En las dos plataformas se reproducen a diario declaraciones de Putin como: "Lo que pasa en Ucrania es una medida a la que nos vimos obligados. No nos dejaron la opción de actuar de otra manera" o "Kiev ha optado por un camino beligerante, que no es necesario en tiempos en los que debe correr la diplomacia".
La Unión Europea no ha sido la única en actuar: los gigantes tecnológicos como TikTok, Meta (perteneciente a Fecebook) o Google también decidieron bloquear los contenidos relacionados con dichos canales estatales rusos. Asimismo, la plataforma de contenidos Netflix anunció que no albergaría contenidos rusos en su catálogo.
Apple también anunció que dejaría de vender sus productos en territorio ruso.
Microsoft anunció este viernes que suspende las ventas de sus productos y servicios en Rusia, así como otros "aspectos" de su negocio en ese país, sumándose a la larga lista de sanciones dentro del universo tecnológico.
El presidente de la compañía, Brad Smith, indicó en una entrada del blog corporativo que el equipo de Microsoft "condena" la invasión rusa de Ucrania y está coordinándose con los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido para cumplir con las sanciones impuestas a Moscú.
"Creemos que somos lo más efectivos posible en la ayuda a Ucrania cuando tomamos pasos concretos en coordinación con las decisiones hechas por esos gobiernos y daremos más pasos a medida que esta situación evolucione", indicó Smith en la nota.
Bebidas
Rusia es conocida por su vodka, bebida de ungüento para las gélidas noches en el país de Kremlin, sin embargo, la guerra generada en territorio ucraniano también va a imponer sanciones en las exportaciones de su producto estrella.
Camareros y dueños de supermercados han comenzado a retirar el vodka de origen ruso de su carta de productos: entre ellos, países como Australia, Dinamarca, Estonia, Lituania, Canadá o EEUU. Sin embargo, los expertos afirman que esta medida no llegará a tener el mismo impacto en la economía rusa que otras sanciones previamente anunciadas.
Industria textil y comercial
El gremio de la moda ha decidido condenar de forma tajante la invasión rusa de Ucrania, y marcas internacionales como Nike o Balenciaga han dejado de vender sus productos en territorio ruso, además de cerrar sus web online. IKEA y H&M también harán lo propio.
Mango también ha anunciado su decisión de "cesar temporalmente" sus operaciones en Rusia y cerrar todas sus tiendas y el ecommerce, además de frenar sus envíos al país, según un comunicado de la empresa este jueves.
La cadena cuenta con 120 tiendas en Rusia, de las que 65 son franquicias, que podrán continuar operando y distribuyendo prendas de Mango en función de su disponibilidad actual de stock.
A ellos se une el fabricante de juguetes danés Lego, que también anunció la suspensión temporal del envío de productos a Rusia por las sanciones comerciales impuestas por varios países occidentales a raíz del conflicto bélico en Ucrania.
"Hemos suspendido el transporte de nuestros productos a Rusia debido al efecto de las sanciones y al ambiente impredecible para operar", señaló la compañía en un breve comunicado enviado hoy a varios medios daneses.
No son las únicas marcas que han borrado al imperio del Kremlin del mapa. Toyota Motor anunció hoy que suspende "hasta nuevo aviso" sus operaciones en Rusia, debido a las "interrupciones en la cadena de suministros" y ante el impacto de las sanciones internacionales a Rusia por la invasión de Ucrania.
El fabricante automovilístico nipón afirmó también que el resto de su producción y las operaciones de venta en el resto de Europa "no se ven afectadas".
De acuerdo a la compañía, Toyota cuenta con 168 puntos de venta y servicio en Rusia y una fábrica en la ciudad de San Petersburgo, con capacidad para producir 100.000 vehículos anualmente y donde se manufacturan los modelos Rav4 y Camry, principalmente para el mercado interno ruso.