Los intereses de Rusia más allá de Ucrania: así quiere Putin aumentar su poder en América Latina
El Kremlin extiende sus tentáculos más allá de Ucrania gracias a la diplomacia vacunal y la ayuda militar que provee a países como Venezuela.
16 febrero, 2022 02:57Noticias relacionadas
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El Kremlin extiende sus tentáculos más allá de Ucrania gracias a la diplomacia vacunal y la ayuda militar que provee a países como Venezuela, Argentina, México o Bolivia. ¿Qué tienen en común estos países del continente americano? Todos ellos realizaron compras de la vacuna Sputnik V, el antídoto creado desde Moscú para combatir la pandemia de la Covid-19.
Pero la influencia de Rusia en América Latina va más allá de la denominada "diplomacia vacunal", también provee asistencia militar a páises 'amigos' como la Venezuela del régimen de Nicolás Maduro. Un respaldo que inquieta a la vecina Colombia.
La semana pasada el embajador ruso en Bogotá, Nikolay K. Tavdumadze, tuvo que aclarar al Gobierno colombiano que su país no pretende usar en su contra la "cooperación militar" en Venezuela.
"El embajador ruso nos ha expresado que ninguna cooperación militar de Rusia a Venezuela se utilizará jamás para una acción militar en contra de Colombia y de ningún país de América Latina, ni para afectar la estabilidad de la región", explicó a los periodistas la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, tras la reunión que mantuvo con el diplomático.
Según el Gobierno colombiano, Venezuela protege a las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), que preparan desde allá atentados contra la población civil y la fuerza pública, así como contra los oleoductos y la infraestructura eléctrica.
También el presidente argentino, Alberto Fernández, realizó hace unos días una gira por China, Rusia y Barbados, muy criticada por la oposición. El mandatario mantuvo entrevistas con Vladimir Putin y Xi Jinping.
Además de estrechar lazos políticos y económicos con ambos gigantes, el viaje generó controversia en Argentina por la postura adoptada por Fernández en su reunión con Putin, en un momento marcado por el final de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que Estados Unidos es el país con mayor poder de voto, y por las tensiones entre EEUU y Rusia por la crisis en Ucrania.
'Diplomacia vacunal'
Rusia, que todavía tiene poca capacidad de producción, lleva desde el año pasado apostando por una diplomacia vacunal. Su antídoto, Sputnik V, se emplea en 23 países de todo el mundo, en varios de ellos en exclusiva, tal y como explicaba Eduardo Ortega Socorro en EL ESPAÑOL.
Este es el caso de Venezuela, Argelia o Irán. Todos ellos países con fuerte relación con Moscú, importantes recursos energéticos y que sólo usan Sputnik V.
"A través de la vacuna, Rusia también se está reivindicando como potencia global. Esto explica, por ejemplo, por qué es especialmente activa en América Latina, un continente alejado geográficamente y que EEUU ha considerado durante mucho tiempo como su patio trasero", indica José Soler i Lecha, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob) en un artículo proporcionado por este 'think tank'.
"De nuevo, se ahonda en una tendencia previa, puesto que antes de la pandemia, Rusia ya se había convertido en un apoyo decisivo de Nicolás Maduro en Venezuela. Y también resulta familiar el intento de dividir a los socios europeos. Además del gas, utiliza las vacunas. Los viejos nuevos amigos que para Moscú –Hungría, por ejemplo– pueden ser de gran utilidad cuando toque hablar de sanciones", añade.
De hecho, la vacuna rusa y las constantes ofertas de sus representantes en todos los países de la Unión Europea (UE) provocaron un aumento de la tensión entre los Veintisiete. Alemania se mostró partidaria de hacerse con ella a pesar de que la Comisión descartara desde el primer momento incluirla en la central de compras comunitaria.
La diplomacia vacunal le ha servido a Moscú para generar divisiones en Europa, pero también para extender sus tentáculos en América Latina más allá de Venezuela. Nuevos socios para reforzar la posición del Kremlin en el mundo.