El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha organizado este viernes una llamada con varios líderes de los países miembros de la OTAN para coordinar la estrategia sobre la crisis en Ucrania y promover una respuesta basada en la "diplomacia y la disuasión".
En la llamada han particiado el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; su homólogo canadiense, Justin Trudeau, y el primer ministro italiano, Mario Draghi.
También los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Rumanía, Klaus Iohannis, además del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El que no ha estado presente en dicha ha sido el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que se vuelve a quedar fuera de la llamada organizada por su homólogo estadounidense.
Después de que Biden no incluyese a Sánchez en la llamada del pasado 25 de enero, el Gobierno intentó maquillar la situación alegando que el España, y en especial el Ministerio de Asuntos de Exteriores que lidera José Manuel Albares, "ha sido el país que más contacto directo ha tenido con la Administración Biden en las últimas semanas". "No nos ignoran".
De hecho, añadían las fuentes a EL ESPAÑOL, "ya estamos concertados, ellos conocen nuestra posición de primera mano y nosotros conocemos la suya de la misma forma".
Teniendo en cuenta que Madrid albergará la próxima cumbre de la Alianza Atlántica los próximos días 29 y 30 de junio, sorprende que España siga sin poder contar con una relevancia entre los aliados de la OTAN en lo referente al conflicto ucraniano.
Según informó la Casa Blanca, la llamada estaba prevista para las 11.00 horas (16.00 GMT) y tenía como objetivo "conversar sobre las preocupaciones compartidas sobre el hecho de que Rusia continúe aumentando sus fuerzas militares alrededor de Ucrania".
Biden ya se reunió este lunes en persona con el canciller alemán en la Casa Blanca y el miércoles habló por teléfono con Macron, después de que éste se entrevistara en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, y en Kiev con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.
La tensión se ha disparado en el último mes por la denuncia de Occidente de que Rusia ha movilizado más de 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, algo que ha llevado a los gobiernos ruso y estadounidense a enzarzarse en una batalla propagandística.
Moscú ha repetido que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, mientras que Washington alerta de que los rusos podrían atacar el país vecino "en cualquier momento".