El expresidente ucraniano Petró Poroshenko regresó este lunes a Ucrania de unas vacaciones y enseguida compareció ante un tribunal de Kiev por un caso de alta traición. En el aeropuerto el exmandatario fue recibido por entre 3.000 y 5.000 personas.
En el control de pasaportes, los guardias retuvieron durante varios minutos la documentación del político, lo que causó un pequeño escándalo en la zona de llegadas al proclamar Poroshenko que no le permitían entrar en Ucrania.
El 20 de diciembre de 2021 las autoridades ucranianas acusaron a Poroshenko de alta traición por un caso relacionado con la compra de carbón en territorios de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania.
De acuerdo con la acusación, el político, considerado como uno de los hombres más ricos de Ucrania por la revista Forbes, cometió el delito durante su presidencia (2014-2019).
Si la Justicia halla culpable al expresidente, este podría ser condenado a 15 años de cárcel. A principios de enero, un tribunal de Kiev ordenó la incautación de todos los activos y propiedades del expresidente ucraniano.
Poroshenko considera la acusación "políticamente motivada" y ha asegurado que no permitirá que le metan en la cárcel. "Al defenderme a mi mismo, estoy defendiendo a Ucrania", dijo en una entrevista a pocos días de su regreso a Ucrania.
El Kremlin eludió este lunes comentar la situación en torno a Poroshenko, al asegurar que "no sigue" ese asunto. "No seguimos ese asunto. Los medios hablan (del retorno de Poroshenko), que es uno de los contrincantes políticos del presidente (Volodímir) Zelenski. Pero no es un asunto que nosotros sigamos atentamente", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.