La tensión en Kazajistán sigue subiendo de tono. Las autoridades del país han elevado a casi 8.000 los detenidos en el marco de las protestas contra el Gobierno que, más tarde derivaron en disturbios, y que el secretario de Estado del país, Erlan Karin, ha atribuido a un "ataque terrorista híbrido".
"Un total de 7.939 personas han sido detenidas a lo largo del país", ha informado el Ministerio de Interior de Kazajistán a través de sus canales de comunicación por la red social Telegram, recoge la agencia rusa de noticias Sputnik.
Entre los arrestos más recientes, el ente resalta el de más de 200 sospechosos en las
inmediaciones de dos mercados de la ciudad de Almaty, a los que se les confiscaron cinco vehículos y otros objetos robados, así como dos armas de fuego y dos armas blancas.
Respecto al clima de tensión y violencia registrado en las últimas jornadas en el país y,
especialmente, en Almaty, Karin ha defendido que las autoridades del país se han enfrentado a un "ataque terrorista híbrido" cuyo objetivo era la "desestabilización y un golpe de Estado" en el país.
En declaraciones para la cadena de televisión Jabar 24, el secretario de Estado ha manifestado su desacuerdo con aquellos que aluden a una posible "revolución de colores" -movilizaciones contra líderes políticos autoritarios en las antiguas repúblicas soviéticas-.
"Las circunstancias en nuestro país son diferentes. Hay un Gobierno bastante estable y varios factores más que habrían impedido ejecutar la variante clásica de una revolución de colores", ha defendido Karin, quien ha vinculado las revueltas a "una conspiración de fuerzas internas con ciertas fuerzas externas".
Además, el secretario de Estado ha puesto el foco sobre la presunta participación de criminales en las protestas y del uso de métodos de guerra informativa para generar una "situación muy crítica".
"Cada hora, cada minuto, eran decisivos. Había que tomar medidas contundentes, drásticas y el presidente (Kasim Jomart Tokayev) lo ha hecho", ha dicho el miembro del Gobierno, quien ha celebrado también la participación de las fuerzas de la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), que han servido para "trastocar los planes de desestabilización".
Al menos 164 personas han muerto -16 de ellas funcionarios del Estado- y más de 1.300 han resultado heridas en los violentos disturbios ocurridos en la última semana en Kazajistán. Un total de 103 corresponden a Almaty, la ciudad más poblada del país y epicentro de las protestas. Entre ellos hay dos menores de edad. Le siguen las provincias de Kizilorda, Zhambil y Almaty, con 21, 10 y 8 fallecidos, respectivamente.
El presidente Tokayev ordenó aplicar el estado de emergencia, que estará en vigor hasta el 19 de enero y se ha instaurado además un toque de queda entre las 23.00 y las 7.00 horas (hora local).
Además, el mandatario ordenó el 7 de enero "disparar a matar" contra cualquier elemento violento y anunció un paquete de reformas en respuesta a las demandas de los manifestantes pacíficos.