Un Tribunal ruso ha impuesto una multa de casi 100 millones de dólares a Google (una de las empresas que entra dentro del grupo de las 'Big Five', que es como se conoce a las cinco tecnológicas más grandes del mundo: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook).
La Corte rusa multa a la compañía de Mountain View por "cometer errores de forma sistemática a la hora de eliminar contenido prohibido". Se trata de la sanción económica más alta jamás impuesta por un tribunal ruso.
Algunos medios internacionales, como The Washington Post, ven en esta decisión la mano de Vladimir Putin, cuya estrategia en los últimos años no es otra que la de intentar atar en corto a las grandes tecnológicas occidentales.
El cálculo de la multa se ha realizado sobre la base de los ingresos anuales de Google, según señalan fuentes jurídicas. El Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación (también conocido como Roskomnadzor) señaló a la Corte que el volumen de negocios de Google en 2020 en el país superó los 85.000 millones de rublos (unos 1.150 millones de dólares).
Meta Platforms, la empresa matriz de Facebook e Instagram, también ha recibido una multa por negarse a eliminar contenido prohibido. La noticia se ha conocido horas después de conocerse la sanción a Google aunque en este caso la cuantía es de 'sólo' 27 millones de dólares. La multa de Meta, al igual que la de Google, está vinculada a los ingresos anuales generados por la empresa en Rusia.
Objetivo Navalny
Las multas impuestas por los tribunales de Moscú representan una escalada por parte de Rusia para presionar a las tecnológicas extranjeras y obligarles a cumplir sus reglas cada vez más estrictas sobre lo que considera contenido ilegal. Y ese contenido ilegal generalmente está relacionado con las aplicaciones, los sitios web, las publicaciones y los vídeos vinculados de alguna manera al líder opositor Alexei Navalny, encarcelado hace meses porque el régimen que gobierna Putin con mano de hierro le considera un extremista.
En Rusia todavía se puede acceder a los populares vídeos que Navalny colgó en YouTube y en los que denuncia la corrupción del círculo íntimo del presidente Vladimir Putin. No olvidemos que YouTube es propiedad de Google. La investigación de Navalny sobre el "Palacio de Putin", su lujosa residencia en el mar Negro que Navalny afirmó que fue construida para Putin con dinero ilegal, ha sido vista más de 120 millones de veces.
Mientras tanto, el servicio de prensa de Google ha señalado que estudiará los documentos judiciales y posteriormente tomará una decisión sobre los siguientes pasos a seguir. La compañía con sede en Mountain View baraja incluso apelar la decisión (la empresa tiene 10 días para presentar recurso).
Google, Meta y otras grandes tecnológicas son multadas regularmente en Rusia. Pero esas sanciones rara vez han superado el millón de dólares. Antes de la decisión judicial que se ha conocido este mismo viernes, Google había recibido una multa de aproximadamente 500.000 dólares por no eliminar unos 2.600 elementos de contenido que Rusia considera ilegales, según Roskomnadzor.
Alexander Plushev, periodista de la popular radio Echo of Moscow, ha señalado en su canal Telegram que el fallo judicial "puede indicar que se ha tomado la decisión política de expulsar a los servicios occidentales de Rusia".
Conviene recordar que durante su rueda de prensa del pasado jueves Putin dijo que Rusia "seguirá insistiendo en que las plataformas de redes globales estén alineadas con la legislación rusa". Dicho y hecho. A la vista de lo sucedido, parece que la primera medida ha sido la de aumentar exponencialmente las sanciones económicas.
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