El Papa Francisco se ha manifestado contrariado por el "clericalismo" presente en la Iglesia y por el "culto a la apariencia" y la "superficialidad", por lo que pide a los sacerdotes que no se sientan "perfectos".
"Es una advertencia para todo tiempo y para todos, Iglesia y sociedad: no aprovecharse nunca del propio rol para aplastar a los demás, ¡nunca ganar sobre la piel de los más débiles!", afirmó este domingo durante el Ángelus.
Asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apóstolico, el Papa insistió en alertar sobre las "dobleces" en la fe y de la hipocresía de los que no son coherentes entre lo que piensan y lo que hacen, definiendo el clericalismo como la actitud de los que se sienten "por encima de los humildes".
"Doblegar la fe"
"Hay que tener cuidado con los hipócritas, estar atentos a no basar la vida en el culto de la apariencia y de la exterioridad", advirtió Francisco a los congregados, así como del "cuidado exagerado de la propia imagen".
En la misma línea, avisó de la tentación de "doblegar la fe a nuestros intereses": "Esos escribas cubrían, con el nombre de Dios, la propia vanagloria y, aún peor, usaban la religión para atender sus negocios, abusando de su autoridad y explotando a los pobres".
La hipocresía, zanjó el Papa, es "una enfermedad peligrosa del alma" y en lugar de dejarse llevar por ella es mejor mostrar generosidad y gratitud con los demás.