El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió este martes a Rusia detener "de manera inmediata" la movilización militar rusa en la frontera con Ucrania y aseguró que esa concentración de fuerzas es "injustificada" y "profundamente preocupante".
"Rusia debe poner fin a esta concentración militar en Ucrania y sus alrededores, detener sus provocaciones y desescalar inmediatamente", declaró el político noruego en una rueda de prensa conjunta con el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba.
En ese sentido, recalcó que el "considerable" aumento de presencia militar rusa es "injustificado" y "profundamente preocupante", y consideró que Moscú tampoco ha dado una explicación para llevarlo a cabo.
De hecho, lamentó la decisión de Rusia de no participar en una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que Kiev solicitó el sábado para que Moscú explicara el incremento de su presencia militar en la frontera con Ucrania.
Un total de 26 soldados ucranianos han muerto a manos de los separatistas respaldados por Rusia en el Donbás en lo que va de año, pese a un alto el fuego en vigor en el este de Ucrania.
El ministro ucraniano ha viajado a Bruselas para participar en una reunión de la Comisión OTAN-Ucrania, que congrega a los aliados y Kiev.
Kuleba también tiene programada hoy en la capital belga una cita con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Stoltenberg afirmó que en las últimas semanas Rusia ha desplazado a las fronteras con Ucrania "miles de tropas listas para el combate" y añadió que se trata de la mayor concentración de fuerzas rusas "desde la anexión ilegal de Crimea en 2014".
"Rusia debe respetar sus compromisos internacionales. El apoyo de la OTAN a la soberanía e integridad territorial de Ucrania es inquebrantable. No reconocemos ni reconoceremos la anexión ilegal e ilegítima de Crimea por parte de Rusia", constató el ex primer ministro noruego.
Igualmente, señaló que los aliados siguen proporcionando un "apoyo práctico significativo para que Ucrania pueda garantizar mejor su propia seguridad" y que el estatus como socio de "oportunidades mejoradas" que se le concedió el año pasado "demuestra cómo ambas partes se benefician de la asociación".
"Estamos ayudando a fortalecer las capacidades, incluido el entrenamiento a las Fuerzas Armadas ucranianas, y los aliados también participan en ejercicios conjuntos. Hemos intensificado nuestra cooperación en la región del Mar Negro con más ejercicios y visitas a puertos y apoyamos la amplia agenda de reformas de Ucrania", expuso.
Sin embargo, después de que la semana pasada el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, afirmara que la entrada de su país en la OTAN es la "única vía para poner fin a la guerra en el Donbás", Stoltenberg aseguró que corresponde a los treinta aliados decidir cuándo Ucrania está "preparada" para sumarse a la organización.
No obstante, destacó que "nadie más tiene derecho a intentar entrometerse o interferir en ese proceso", en referencia al Kremlin.
El ministro ucraniano, Dmitro Kuleba, opinó que la pertenencia a la OTAN es "una cuestión de tiempo" y añadió que "no hay otros criterios que deban cumplirse en lo que respecta a las relaciones con Rusia".
Subrayó que Kiev "no quiere la guerra" y está "dedicada a los medios diplomáticos y políticos" para resolver el conflicto.
Declaró que Moscú debe entender que Ucrania pertenece "al mundo de las democracias, al mundo occidental".
"Occidente no permitirá que Rusia destruya la democracia y la soberanía de Ucrania", advirtió, y agregó que en el nivel operativo se necesitan medidas que disuadan y contengan a Rusia, como sanciones o apoyo directo para fortalecer las capacidades defensivas de Kiev.