Israel se acerca a la barrera de los 2.000 contagios diarios que, de alcanzarse, obligarán a volver al cierre total, ha advertido el ministro de Sanidad, Yuli Edelstein.
"¿Qué más podemos hacer? Salvo un milagro en el que veamos una desaceleración en el ritmo de las infecciones", aclaró Edelstein al diario Yediot Ahronot, a la espera de evaluar los datos de contagios con las nuevas limitaciones en reuniones públicas introducidas la semana pasada.
Israel cerró el martes con otro máximo de 1.718 positivos y los datos a primera hora de la mañana de este miércoles registran más de 1.500 contagios y cuatro muertes más (375 en total) en las últimas 24 horas.
El Gabinete gubernamental debate alternativas al tiempo que aumenta la tensión entre el primer ministro, Benjamín Netanyahu -proclive a más restricciones- y su socio de Gobierno Beny Gantz, que exige planes económicos paralelos para contener el impacto en la sociedad.
Además del número de infectados, que se ha duplicado en las dos últimas semanas, Edelstein ha mostrado su preocupación por el incremento de casos graves, con 195 enfermos hospitalizados, de los que 57 están conectados a respiradores.
La segunda ola de coronavirus ha impactado de manera más severa en el país con 22.704 casos activos del total de 42.813 que se han contagiado desde el inicio de la pandemia a finales de febrero.
Los expertos alertan de que el virus está fuera de control y recomiendan al Ejecutivo actuar rápido con nuevas restricciones.
Se espera que Netanyahu convoque una reunión especial del Gabinete mañana jueves para analizar los datos de esta última semana y aprobar nuevas medidas o imponer de nuevo el confinamiento.