Un nuevo brote en el principal mercado de distribución de alimentos de Pekín, tras casi dos meses sin nuevos casos, ha disparado este fin de semana las alarmas en la capital y en toda China ante la amenaza de una nueva oleada del virus que eche abajo todo lo conseguido hasta el momento en el gigante asiático.
A las tres de la madrugada local (19.00 GMT del viernes), después de comprobar que 46 personas que habían visitado el mercado de Xinfadi -en el distrito de Fengtai, al suroeste de la ciudad- eran positivas en coronavirus pese a no mostrar síntomas, se decidió cerrar a cal y canto el gran centro distribuidor mayorista de verduras, frutas y otros productos frescos de la capital.
Centenares de agentes de las fuerzas de seguridad en camiones de transporte militar se presentaron en el inmenso mercado para sellarlo e impedir el paso de cualquier persona.
Horas antes se habían detectado cuatro casos confirmados en personas que habían estado en Xinfadi, por lo que se decidió realizar pruebas del virus a sus más de 10.000 empleados y vendedores, además de hacer un seguimiento estricto de todos los que lo han visitado desde el pasado 30 de mayo.
Tras realizar las primeras 517 pruebas aparecieron esos 46 casos asintomáticos, que se teme puedan ser muchos más cuando se realicen los test a todos los que trabajan en el mercado y los que lo visitaron en los últimos días o incluso semanas.
Once comunidades de viviendas cercanas al centro de distribución de alimentos se han aislado en cuarentena y, según los medios locales, los productos de los puestos del mercado como vegetales, frutas, camarones, cangrejos, carne de ternera o cordero quedaron sin recoger por la necesidad de inspeccionarlos para comprobar si tenían trazas del virus.
Restos del virus en una tabla de salmón
El centro de distribución mayorista de Xinfadi provee el 90 por ciento de los vegetales frescos y la fruta que consume Pekín y distribuye a la mayoría de los mercados más pequeños de la ciudad. Las primeras inspecciones realizadas detectaron el virus en una tabla de cortar pescado utilizada por un vendedor de salmón importado, explicó el responsable del mercado, Zhang Yuxi.
El salmón procedía a su vez del mercado de pescado y marisco de Jingshen, también en el distrito de Fengtai, que ha sido igualmente cerrado al igual que otros cuatro centros de distribución de alimentos de la ciudad.
Ese descubrimiento llevó a que el resto de mercados y grandes superficies como Carrefour, Walmart, además de los supermercados de alimentación de la capital, anunciasen que retiraban de su oferta el salmón, en su mayoría importado de Noruega.
El hecho de que el nuevo brote haya aparecido en un gran mercado es especialmente preocupante debido al considerable número de personas que trabajan en él y lo visitan y también a la posibilidad de que se haya infectado alguno de los alimentos.
El brote de coronavirus en Wuhan a finales del pasado año, que dio origen a la pandemia mundial, surgió aparentemente de un mercado de pescados y mariscos, desde el que se propagó rápidamente por toda esa ciudad de 11 millones de habitantes.