El gobernador de California, Gavin Newson, ha anunciado que emitirá una moratoria sobre todas las penas de muerte en el Estado para paralizarlas mientras él esté en el cargo.
La mañana de este miércoles, Newsom firmará una orden ejecutiva que hará efectiva la moratoria de la pena de muerte, lo que significa que se paralizarán 737 ejecuciones en toda California, al menos mientras él esté en el cargo.
La orden emitida por el demócrata, también supondrá el cierre de la cámara de ejecución de la prisión estatal de San Quentin y su polémico protocolo de la inyección letal, según una fuente cercana a Newsom, que recoge The Guardian.
La decisión del gobernador californiano se alinéa con Colorado, Oregón y Pensilvania, ya que dichos Estados tienen un gobernador que ha impulsado la moratoria sobre la pena de muerte, y añade leña al fuego de la eliminación de la pena capital en EEUU.
California, el Estado con más condenados a muerte
El Estado de California posee la mayor población penitenciaria del país en el corredor de la muerte, con uno de cada cuatro presos condenado a la pena de muerte. El 25% de los condenados, ya ha agotado todas las apelaciones.
"Es muy significativo a nivel simbólico", dice Robert Dunham, director ejecutivo del Centro de Información de la Pena de Muerte, según recoge The Guardian. "Esto dice mucho sobre el estado de la pena de muerte en EEUU, cuando dos de los cinco corredores de la muerte tienen la moratoria, y un tercio de todos los condenados a muerte están en un Estado con moratoria".
En California, no ha habido ninguna ejecución desde 2006, a raíz de la larga batalla sobre el cóctel de drogas que conforman la inyección letal. Tribunales federales ordenaron la paralización de las ejecuciones hasta que el departamento encargado asegurara que no había riesgo de inducir un sufrimiento excesivo a los presos con la inyección letal.
"Estamos preparados para supervisar las ejecuciones de más presos que cualquier otro Estado", dijo Newsom en una entrevista con LA Times antes de anunciar la moratoria. La administración de Newsom dice que la pena capital es un fracaso dada, por ejemplo, la cantidad de presos que han sido ejecutados injustamente o la evidencia de que este sistema tan costoso no aumenta la seguridad del país.
Un estudio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de 1990 descubrió un gran aumento de la probabilidad de la aplicación de la pena de muerte a personas de color, comparada con las personas blancas.
Un estudio de 2005, citado por la oficina del gobernador, concluye que la probabilidad de librarse de la pena de muerte era tres veces mayor para los blancos que para los negros. Más del 60% de los condenados a muerte en California, son negros.
La ley de Newsom regulará las ejecuciones mientras continúe en el cargo, pero con ímpetu de que tenga un efecto duradero, la moratoria de las ejecuciones debería provocar un debate para encontrar una solución, según dice Dunham.
"En un Estado como California, donde no ha habido ejecuciones en una década, una moratoria es ampliamente simbólica. Si se acompaña de otra acción, entonces estaremos viendo algo mucho más significativo", concluye Dunham.