La senadora estadounidense Martha McSally, republicana por el Estado de Arizona, es la primera mujer en el país en pilotar en combate en las Fuerzas Aéreas estadounidenses. El pasado miércoles, denunció en el Senado que fue violada por un oficial superior a ella mientras servía en el Ejército, una de las muchas veces que fue abusada sexualmente en servicio.
"Pensé que era fuerte, pero me sentía impotente", dijo McSally durante su intervención en el Senado, donde se encontraban miembros de las Fuerzas Armadas. "Los que lo hicieron, abusaron de su posición de poder".
Mientras contaba su experiencia, la senadora ofreció uno de los testimonios más poderosos hasta la fecha en el caldeado debate en Capitol Hill sobre cómo juzgar denuncias sobre abusos sexuales en el Ejército. McSally no precisó detalles sobre lo ocurrido o sobre quién la violó y abusó de ella.
Dijo que no denunció lo ocurrido de manera inmediata porque "no confiaba en el sistema en ese momento". Más tarde, cuando comenzó a hablar de ello, dijo que estaba horrorizada sobre cómo se estaba tratando su caso, e incluso pensó en dejar las Fuerzas Armadas. "Como muchas víctimas, sentí que el sistema me estaba violando de nuevo", dijo McSally.
Un informe del Pentágono en 2017, apunta que el Departamento de Defensa estadounidense recibió 6.769 denuncias de abusos sexuales, lo que supone un aumento del 10% con respecto al año anterior. Pero de acuerdo con las cifras, los abusos sexuales habrían descendido a la mitad durante la última década.
Las denuncias sobre abuso sexual continúan siendo difíciles de procesar legalmente, más incluso debido a la jerarquía dentro del Ejército. Además, los abusos se suelen denunciar cuando ha pasado un tiempo desde que ocurrieron, lo que complica aún más el proceso.
La explicación de McSally de cómo no denunció lo ocurrido es lo habitual en este tipo de circunstancias, ya que temen las represalias por parte de sus superiores. En 2014, el Pentágono reveló estadísticas basadas en un estudio del RAND (Investigación y Desarrollo de las Fuerzas Armadas) que mostraba que menos de un tercio de los abusos en el Ejército se denuncian. El 52% de las mujeres que denuncian los abusos, dicen que se han enfrentando a represalias por hacerlo.
"Una amenaza a la seguridad nacional"
McSally, que es la primera mujer en comandar un escuadrón de vuelo en combate, dijo que decidió que lo mejor era quedarse en las Fuerzas Armadas. "Decidí quedarme y continuar sirviendo, luchando y dirigiendo, para ser una voz dentro del Ejército para las mujeres, luego en el Congreso y ahora en el Senado", dice la senadora, ahora sí retirada del servicio militar después de 26 años de servicio.
En una entrevista con la cadena CBS después de la audiencia en el Senado, McSally dijo que ella considera los abusos sexuales en el Ejército una amenaza a la seguridad nacional, y que durante la audiencia intentó ofrecer una perspectiva doble, como comandante y como superviviente, y trató de ofrecer esperanza a los demás que estuviesen en su situación.
"Quiero darles un rayo de esperanza, que hoy puede ser un nuevo día", dijo, "ellos pueden encontrar su propia motivación y no ser echados atrás y ver reducido su potencial en la vida porque les hayan ocurrido cosas horribles por las que se victimizan".
McSally ya había hablado previamente sobre los abusos sexuales que sufrió en el instituto, pero no había contado su lo que le ocurrió en el Ejército. Desde las Fuerzas Aéreas, dicen que "sentimos profundamente la experiencia de la senadora McSally, y la respaldamos a ella y a todas las víctimas de abusos sexuales". Añaden que son "constantes en su compromiso con eliminar estos comportamientos y los abusos de confianza en nuestras filas".
McSally terminó su discurso en el Senado diciendo que "somos supervivientes, y es un honor estar aquí y utilizar mi voz y mi experiencia única para trabajar en esta misión de acabar de una vez con los abusos sexuales en el Ejército".