Marruecos ha detenido a un sospechoso del asesinato de dos turistas escandinavas en el Alto Atlas, una región turística montañosa al sur del país, donde fueron hallados los cadáveres el pasado fin de semana. Los cuerpos se encontraron en Chamharouch, una popular ruta de trekking cercana al pueblo de Imlil. Las autoridades buscan ahora a posibles colaboradores para acabar con la vida de una chica danesa de 24 años y una noruega de 28.
El país ha suspendido hasta nueva orden los ascensos al monte Tubkal, la cumbre de la cadena del Atlas (4.167 metros) tras el asesinato de las turistas, que fueron degolladas dentro de su tienda de campaña. Según fuentes consultadas por la agencia Efe, la policía prohibió ya desde este lunes los ascensos y no se conoce cuándo se levantará la orden, mientras que numerosos agentes trabajan en el valle tratando de dilucidar los hechos.
Los montañistas se marchan del país
Las investigaciones son llevadas a cabo por los efectivos de la policía nacional, la Gendarmería Real y del Buró central de investigación judicial (BCIJ, órgano de élite que interviene en casos de narcotráfico internacional, terrorismo y crímenes de alto riesgo). El BCIJ ha explicado en un comunicado que el sospechoso procede de la ciudad de Marrakech, a unos 60 kilómetros de Imlil, lugar del suceso, y que los otros sospechosos ya han sido identificados y están siendo buscados.
Los hechos han asustado a numerosos turistas presentes en la región para practicar el montañismo, que han abandonado la zona sin completar su viaje. En la región es precisamente el montañismo el único sustento de muchas familias: el ascenso al Tubkal y las montañas cercanas es el medio de vida de alberguistas, guías, dueños de mulas y porteadores, además de pequeños comerciantes.
La práctica del montañismo es en general muy segura en Marruecos y sucesos como el del Tubkal son inéditos en el país.