La caravana de migrantes hondureños que se dirige a la frontera con Estados Unidos, ha llegado este domingo a la ciudad mexicana de Tapachula entre exhortos de las autoridades de migración para regularizar su estatus legal.
Al menos 2.000 miembros de la caravana que lograron superar las exigencias migratorias impuestas por México salieron a primera hora del paso fronterizo de Ciudad Hidalgo (México) para una jornada a pie de unos 40 kilómetros hasta Tapachula, donde pernoctarán.
El objetivo de la caravana es alcanzar la frontera de México con Estados Unidos, lo que supone un recorrido de 2.000 kilómetros hacia la zona noreste o de casi 4.000 kilómetros si se opta por la ruta del noroeste que lleva a Tijuana.
En el puente fronterizo de México y de Guatemala quedaron varios centenares de migrantes hondureños a la espera de ser atendidos por la migración mexicana, o en su caso, intentar adentrarse en México en cruces ilegales por el río Suchiate, la frontera entre México y Guatemala.
La caminata de migrantes se extiende por varios cientos de metros por la carretera y a lo largo del camino, algunos pobladores se acercan a ofrecerles agua, alimentos y otros enseres de higiene personal, como son los pañales desechables para los bebés.
Asimismo, se observa a personal del Instituto Nacional de Migración así como representantes de organismos civiles y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) han acompañado la marcha de los migrantes hasta llegar a Tapachula, la segunda ciudad más importante del estado mexicano de Chiapas.
Que se mantenga el orden
El Comisionado Nacional de Seguridad de México, Manelich Castilla, declaró a la prensa que el Gobierno mexicano decidió acompañar el andar de los migrantes a fin de que se mantenga el orden en la misma.
El delegado del Instituto de Migración, Francisco Echavarria, dirigió un mensaje a los caminantes a que regularicen su estancia en México y les reiteró que este país les ofrece la posibilidad de solicitar la condición de refugiados.
"No pueden continuar en territorio mexicano de manera irregular", señaló Echavarría a los migrantes al pedirles que respeten los canales legales para regular su estadía y ofrecerles un sitio en los albergues que el gobierno ha establecido para esta ocasión.
Temor a ser deportados
No obstante, la mayoría de los migrantes hondureños se abstiene de aceptar la oferta por el temor a ser deportados, un destino que parece inexorable para los 900 de sus compatriotas que según el gobierno mexicano cruzaron de manera irregular por el río Suchiate.
El hondureño Miguel Ángel Molin, originario del departamento Comayagua, asegura que este es su tercer intento para llegar a la frontera de México con Estados Unidos en busca de una vida mejor que no tiene en su país.
"Venimos honradamente a trabajar al país que nos toque ya sea Estados Unidos o Canadá esa es la meta de nosotros", afirmó este migrante.
La Policía Federal de México, que fue trasladada en aviones a la frontera sur desde días antes de que los migrantes tocaran las puertas de México, tiene un puesto de vigilancia con cientos de agentes en la carretera que llega a Tapachula.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó que el total de migrantes llegados a su frontera sur del país ha sido de alrededor de 4.500.
De ellos, 640 hicieron oficial una petición de refugiado y por ellos fueron llevados a un albergue para completar los trámites.
Alrededor de 900 buscaron entrar por cruces no formales por el río Suchiate, los cuales después de ser rescatados serán sometidos a los procedimientos legales correspondientes que incluyen la posibilidad de ser repatriados.
El Gobierno mexicano también ha confirmado que poco más de 2.200 migrantes continúan en el puente fronterizo entre Ciudad Hidalgo (México) y Tecún Umán (Guatemala) a la espera de que sean atendidos por las autoridades de migración de México.