La primera ministra británica, Theresa May, ha sorprendido este miércoles a propios y extraños al salir al escenario bailando al ritmo de Abba antes de pronunciar su discurso de clausura en el congreso anual del Partido Conservador.
Los militantes, sus colegas y su propio esposo, Philip, sentado entre la audiencia, asistieron entre divertidos y asombrados a los movimientos de brazos y piernas de la líder "tory", que ya se hizo viral el pasado agosto en las redes sociales cuando se lanzó a bailar durante un viaje por África.
En una muestra de su sentido del humor, May, de 62 años y a menudo criticada por su aparente rigidez, irrumpió en el escenario principal del centro de conferencias de Birmingham (centro inglés), donde se ha celebrado el congreso "tory", moviendo el cuerpo al son de "Dancing Queen" del grupo sueco Abba.
Según han dicho sus asesores a los medios británicos, aunque estaba previsto que apareciera en el estrado con la famosa canción -en un guiño a sus peripecias en África-, "nadie sabía, ni su esposo" que iba a acompañarla con una coreografía.
Antes de empezar con su discurso, centrado, como era de prever, en el "brexit", la primera ministra hizo también un par de chistes referentes a los desastres ocurridos durante su intervención en el congreso conservador de 2017, cuando tuvo un prolongado ataque de tos, un desconocido le entregó una notificación de despido y se cayeron a su espalda varias letras del eslogan "tory".
"Me gustaría decirles que tendrán que excusarme si toso durante mi discurso. Me he pasado la noche en vela pegando el fondo" del escenario, afirmó hoy, entre risas de los presentes.
El toque de humor de May inyectó algo de energía al sobrio congreso del partido gobernante, sumido en divisiones internas e inmerso en complicadas negociaciones con Bruselas para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).