La cumbre del G7, las siete democracias más industrializadas del mundo, celebrada en Taormina (Sicilia) evidenció desavenencias entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el resto de grandes líderes, especialmente en el tema del cambio climático.
Trump rehusó unirse a una declaración de compromiso para implementar "rápidamente" el Acuerdo del Clima de París.
El presidente estadounidense afirmó que "la próxima semana" tomará su "decisión final" sobre si su país debe seguir formando parte de ese acuerdo
La canciller alemana Ángela Merkel calificó de "muy difícil y muy insatisfactoria la discusión general sobre el tema del clima", en referencia a esa negativa de EEUU.
"Eso significa que no hay por el momento ninguna señal de si los Estados Unidos permanecerán en el Acuerdo de París o no", lamentó Merkel.
Acuerdo sobre proteccionismo y Rusia
En otros dos temas sí hubo acuerdo entre los siete, respecto a mantener las sanciones a Rusia si no respeta los acuerdos de Minsk para la paz en Donbás y respecto a una declaración del grupo contra el proteccionismo.
Conocidas las posiciones proteccionistas de Trump, defendidas en campaña, había dudas sobre su adhesión a una declaración por la apertura y el libre comercio, a un "compromiso a mantener los mercados abiertos".
Finalmente hubo consenso, después de incluir en la declaración matices que satisficieron a todas las partes, como el rechazo a "prácticas comerciales injustas".
También en materia de inmigración, central para Italia, se logró un punto satisfactorio para todas las partes con la conjunción de la defensa de los Derechos Humanos y el reconocimiento del "derecho soberano" de cada Estado a defender sus fronteras.
Todo esto, según apunta el texto aprobado, considerando "la distinción entre inmigrantes y refugiados".