El primer ministro francés, Manuel Valls, ha reconocido este viernes que la decisión judicial de liberar a uno de los dos autores del atentado contra una iglesia en Normandía y de someterle a vigilancia electrónica fue un error, pero ha rechazado que su lucha contra el terrorismo llegue a crear un Guantánamo 'a la francesa'.
"Fue un fallo, hay que reconocerlo. (...) Pero no voy a ser yo quien, despreciando todo equilibrio de poderes, caiga en la vía fácil de culpar a los jueces de ese acto terrorista. Cada decisión es de una gran complejidad", señala Valls.
El reconocimiento de ese error se produce en relación con Adel Kermiche, abatido por la policía el pasado martes junto a Abel Malik Petitjean tras haber asesinado a un cura que estaba oficiando una misa en la parroquia de Saint-Étienne du Rouvray, en las afueras de Ruán (noroeste). Kermiche llevaba un brazalete electrónico que permitía a las autoridades tenerle vigilado después de haber pasado diez meses en prisión preventiva.
Este último cometió el atentado y lo reivindicó, junto con el otro terrorista, en nombre del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en las horas que la justicia le permitía salir de su domicilio, entre las 08:30 y 12:30 de lunes a viernes. Este francés de 19 años era sospechoso de pertenencia a una organización terrorista después de intentar llegar a Siria para unirse al EI en dos ocasiones en 2015.
Valls ha expresado estar abierto a toda propuesta de mejora en materia antiterrorista, siempre y cuando no franquee el Estado de derecho: "Encerrar a individuos en centros con la sospecha como única base es moral y jurídicamente inaceptable. Por otra parte, no sería eficaz. Mi Gobierno no va a ser el que cree un Guantánamo a la francesa".
La jueza que investigó el caso de Kermiche mientras estaba en prisión preventiva decidió excarcelarle bajo vigilancia electrónica pasados diez meses, porque creyó en su arrepentimiento y sus posibilidades de reinserción. Lo hizo en contra del criterio de la Fiscalía, que advirtió del "riesgo" que ello suponía.
El jefe del Ejecutivo se defendió igualmente de las críticas recibidas contra el dispositivo de seguridad tras los atentados de Niza el 14 de julio y en esa iglesia el día 26, y pidió que cesen "las acusaciones graves y nauseabundas sobre una presunta mentira de Estado".
El primer ministro galo subrayó que las primarias en la derecha y las elecciones presidenciales de 2017 no justifican tal actitud, sobre la que consideró en concreto que el expresidente y jefe de la oposición Nicolas Sarkozy "ha perdido los nervios", y destacó que "mantenerse lúcido ante la amenaza es no caer en el populismo".
"Hay que inventar una nueva relación con el islam de Francia. Debemos alcanzar un nuevo modelo. (...) Deseo, principalmente, que los imanes se formen en Francia y no en otra parte. Soy partidario de que, durante un periodo por determinar, no pueda haber financiación extranjera en la construcción de las mezquitas", aclaró.
Valls consideró que, con la degollación a ese sacerdote, los terroristas tenían como objetivo una "guerra de religión", pero insistió en que la respuesta debe basarse en el rechazo del odio y de la demagogia, ante un enemigo que "es un proto-Estado incompleto pero que ha sometido a diez millones de personas".
Uno de los terroristas amenazó con destruir Francia
Uno de los autores del ataque a la iglesia de Normandía amenazó en un vídeo previo con "destruir Francia" y animó a los musulmanes a golpear a los países de la coalición que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico.
En una breve cinta difundida en las últimas horas por la agencia Amaq, vinculada al EI, Abdel Malik Petitjean se dirige en francés al presidente galo, François Hollande, y al primer ministro, Manuel Valls.
"El tiempo ha cambiado. Vais a sufrir lo que sufren nuestros hermanos. Vamos a destruir vuestro país. Vamos a izar la bandera de la religión y la palabra de Alá", aseguró.
Sus palabras eran asimismo un llamamiento a otros potenciales yihadistas para que siguieran su ejemplo con el objetivo de lograr "la victoria" de su fanática visión del islam.
El terrorista, que intercalaba algunas frases en árabe, pidió a los musulmanes que "despertaran", no escucharan "al diablo" y actuaran contra los bombardeos de la coalición internacional contra este grupo terrorista (en Irak, en acción conjunta con el Gobierno de Bagdad), que con su visión violenta pretende erigirse en abanderado del islam. Insistía en que perpetrar ataques es fácil e instaba a hacerlo en masa.
El rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, condenó el miércoles el "sacrilegio blasfemo" que supone el asesinato del padre Jacques Hamel mientras oficiaba una misa el martes en la pequeña localidad normanda. Expresó el "duelo profundo" en nombre de los musulmanes y enfatizó que fue "un acto al margen del islam que todos los musulmanes de Francia rechazan de la forma más firme". Realizó estas declaraciones junto a los máximos representantes de los distintos credos, que se reunieron con Hollande y pidieron unidad frente al terror.
Petitjean, de 19 años, estaba fichado desde el pasado 29 de junio por haber intentado unirse a los terroristas, pero no había ningún proceso judicial en su contra.