Esta semana las autoridades turcas han suspendido a más de 15.000 empleados del Ministerio de Educación y han retirado la licencia a 24 medios de comunicación sospechosos de tener vínculos con el clérigo Fethullah Gülen, presunto instigador del golpe de Estado fallido en Turquía. A la purga que planea Erdogan para acabar con cualquier rastro de los que apoyaron la sedición militar hay que sumar la idea del alcalde de Estambul.
Kadir Topbas, regidor de la ciudad turca, ha anunciado que tiene intención de crear un "cementerio de traidores" destinado a los participantes en la asonada militar del pasado fin de semana, según informan este miércoles los medios locales.
Topbas ha dicho que "cualquiera que visite el lugar los maldecirá y no podrán descansar en sus tumbas", aseguró esta madrugada el político islamista, del partido gubernamental AKP, a un grupo de seguidores, según recoge el diario Hürriyet. El alcalde ha asegurado que ya ha reservado un espacio para crear este cementerio, argumentando que ningún otro camposanto de la ciudad va a aceptar los cuerpos de los golpistas muertos.
Según los datos difundidos este martes por la agencia de noticias semipública Anadolu, después del fallido golpe de Estado, en el bando de los golpistas murieron 24 soldados, 16 en Ankara y 8 en Estambul. Entre quienes se opusieron a la asonada hubo 240 muertos, entre ellos 173 civiles, 62 policías y 5 soldados, a lo que se añaden los 1.535 heridos.
El martes, la Diyanet, equivalente a un Ministerio de Asuntos Religiosos, anunció que no ofrecerá servicios funerarios religiosos a los soldados que participaron voluntariamente en el golpe.
Kadir Topbas que es un acólito del presidente Erdogan ha sentenciado diciendo que "creo que (los golpistas) no se salvarán del infierno. Pero necesitamos hacer que el mundo sea insoportable para ellos".
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