Tras siete meses de guerra fría y amenazas recíprocas, Rusia y Turquía han firmado las paces. El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció hoy que los turistas rusos volverán pronto a las playas turcas en el marco de la normalización de las relaciones con Ankara.
"Se ha tomado la decisión de iniciar el proceso de normalización de las relaciones con los socios turcos. Con respecto a las relaciones bilaterales, me gustaría empezar por los temas del sector turístico", dijo el mandatario añadiendo que Rusia levanta las restricciones al sector turístico turco.
Putin hizo estas declaraciones tras mantener una conversación telefónica con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Los dos mandatarios que hablaron durante unos 45 minutos por primera vez desde que Turquía derribó un avión militar ruso en la frontera turcosiria en noviembre de 2015, anunciaron que pronto mantendrán una reunión en persona. Según el Kremlin, la conversación fue muy productiva y positiva. Los líderes “acordaron mantener contactos personales” y “subrayaron su compromiso con la lucha común contra el terrorismo”.
Las relaciones ruso-turcas se deterioraron tras el pasado 24 de noviembre, cuando un caza de la Fuerza Aérea de Turquía derribó un bombardero ruso Su-24. El 27 de junio, Erdogan envió una carta a Putin en la que pidió disculpas por el incidente y expresó sus condolencias por la muerte del piloto.
Sanciones económicas
El Kremlin había introducido una serie de sanciones económicas a Ankara. La industria turística fue la primera en sufrir el daño después de que el Ministerio ruso de Exteriores desaconsejara a los conciudadanos visitar Turquía y la agencia Rosturism recomendara a operadores y agencias de viajes suspender la venta de tours a este país, el segundo en popularidad destino turístico para los rusos en el primer semestre de 2015. De acuerdo con la estadística de la Organización Mundial de Turismo, en 2014 el ingreso del sector turístico turco se estimaba en 96.000 millones de dólares, de los cuales unos 4.000 millones aportaron viajeros rusos.
El 1 de enero de 2016 Rusia amplió las sanciones a las empresas de construcción, agencias de viajes, hoteles y servicios para necesidades estatales. Además, Moscú impuso un amplio embargo sobre importaciones de productos agrícolas y suspendió la comunicación aérea con Turquía.
La lista de los productos sancionados incluye los cítricos, tomates, carne de pollo y pavo, cebolla, coliflor, brócoli, pepinos, uva, manzanas, peras, albaricoques, melocotones, ciruelas, fresas y sal. También quedan marginados del mercado ruso naranjas, mandarinas, tangerinas, cítricos mikan, clementinas, mandarinas Wilking, cebollas chalote, pepinillos, nectarinas, endrino, fresas del bosque y fresones procedentes de Turquía.