El recuento oficial de víctimas mortales en el tiroteo en una discoteca de ambiente gay en Orlando (Florida) es de 49, han informado las autoridades de Orlando en una rueda de prensa este lunes. Inicialmente se hablaba de 50 fallecidos sin saber que el presunto autor del ataque, Omar Mateen, había sido abatido.

La Policía tomó la decisión de comenzar el rescate de los rehenes en el club Pulse al constatar que era "inminente" que se produjeran mayores pérdidas de vida si no intervenían. Los negociadores de la policía estuvieron en contacto con Mateen, que habló de bombas y aseguró llevar un chaleco de explosivos.

El jefe de Policía, John Mina, ha explicado que Mateen se refugió en el baño del local, donde mantuvo secuestradas a varias víctimas. Precisamente habían trascendido los últimos momentos de una de ellas, Eddie Jamoldroy. Este joven de 30 años intercambió mensajes con su madre desde su escondite en el baño hasta que ella dejó de recibir noticias de su hijo. "Mami, te quiero (...). Voy a morir", había escrito Eddie pidiéndole que llegara la policía ya. Eddie es una de las 49 víctimas mortales.

En un momento dado, el tirador salió con dos armas en las manos y abrió fuego contra los agentes de policía. Los agentes respondieron con disparos y lo abatieron, ha afirmado en rueda de prensa transmitida también a través de su cuenta de Twitter la Policía de Orlando.

Mateen llamó al 911 (teléfono de emergencias) antes de perpetrar la matanza para jurar lealtad al grupo terrorista 'Estado Islámico', que más tarde ha reivindicado el ataque y le ha calificado como "un soldado del califato". A pesar de ello, los indicios sugieren a las autoridades que Mateen no tenía contacto directo con el EI en la actualidad y que el tiroteo fue por iniciativa propia.

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